Al menos 80 muertos y más de 200 heridos tras atentado suicida del EI contra marcha pacifista en Kabul

Un atentado suicida con explosivos, reivindicado por el autodenominado Estado Islámico (Daesh en árbae) tuvo lugar durante una manifestación masiva de la minoría étnica hazara en Kabul, dejando al menos 80 personas fallecidas y más de 200 heridas. La explosión se produjo en la zona de Dehmazang de la capital afgana.

La manifestación se debía a una protesta por el proyecto eléctrico del Gobierno afsgano que excluye a una provincia de minoría hazara, de la rama islámica chií. La comunidad hazara de Afgaistán, conforma el 9% de la población y ha sido objeto de múltiples secuestros en grupo, asesinatos sectarios y otras agresiones por parte de los talibanes y otros grupos insurgentes en los últimos años.

Las autoridades han informado al medio local Tolo News que al menos tres terroristas suicidas estuvieron presentes en la manifestación entreverados con los manifestantes: Uno logró explotar los explosivos que llevaba, otro falló en su intento y el tercero fue abatido por miembros de la agencia de inteligencia afgana NDS.

Sin paz

Tras el ataque contra una marcha pacífica Amnistía Internacional publicó un comunicado donde asegura que el acto «contra un grupo de manifestantes pacíficos en Kabul demuestra la absoluta indiferencia que los grupos armados tienen para la vida humana.» Y agrega que «Este tipo de ataques son un recordatorio de que el conflicto en Afganistán no está terminando como algunos creen, si no que está aumentando, con consecuencias para la situación de los derechos humanos en el país».

Por su parte el presidente afgano, Ashraf Ghani dijo que estaba «profundamente entristecido» por la matanza ya que «la protesta pacífica es el derecho de todos los ciudadanos. Y lamentó que «terroristas oportunistas se infiltraron en las multitudes y llevando el ataque, matando e hiriendo a un número de ciudadanos incluyendo algunas fuerzas de seguridad».