Marihuana legal como fuente laboral en un país que deja atrás los conflictos bélicos
A pasos agigantados, Colombia avanza no solo a una anhelada paz que ponga fin a más de medio siglo de conflicto bélico entre gobiernos y guerrilleros sino que, también ahora, mira el día después y busca herramientas para dárselas a miles de manos que, terminado el conflicto, pueden llegar a verse ociosas.
Para evitar eso, acaba de conceder la primera licencia de producción y exportación de derivados de cannabis a una empresa canadiense-colombiana para generar empleos rurales. “Colombia puede ser el ganador en este mercado emergente de marihuana medicinal”, dijo el ministro de Salud, Alejandro Gaviria. Los extractos, resinas y aceites de marihuana se utilizan para tratar a pacientes de cáncer, epilepsia y esclerosis múltiple, entre otras enfermedades.
Expectativas
El clima de Colombia y su tierra fértil sumado a los menores costos laborales apuntan a beneficiar a la industria local y estiman que concederán una ventaja competitiva sobre productores de cannabis de Canadá y Estados Unidos, afirma Federico Cock-Correa, presidente ejecutivo de la empresa que recibió la licencia, PharmaCielo Ltd. “Es un reto y la oportunidad de cambiar la imagen de Colombia a una que crece plantas que mejoran y curan”, dice el industrial.
A fines del año pasado, el gobierno legalizó el uso de marihuana medicinal y estableció un marco legal para el cultivo de la planta, su procesamiento y la exportación de productos procesados. Desde el Ministerio de Salud de Colombia se dice que se aceleran los trámites para aprobar más licencias de producción en las próximas semanas. Se está estudiando otras seis propuestas de empresas nacionales y extranjeras interesadas en la fabricación de derivados de marihuana para propósitos medicinales y de investigación, y no ha fijado un límite sobre la cantidad de licencias que pondrá a disposición.
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