MISTERIO

En Perú descubren un nuevo geoglifo entre las líneas del desierto de Nazca

Un nuevo geoglifo de unos 30 metros de largo fue hallado por un grupo de arqueólogos en la Pampade Majuelos, en el departamento de Ica, al suroeste de Perú.

En Perú descubren un nuevo geoglifo entre las líneas del desierto de Nazca. Foto: Masato Sakai, Universidad de Yamagata, Japón
En Perú descubren un nuevo geoglifo entre las líneas del desierto de Nazca. Foto: Masato Sakai, Universidad de Yamagata, Japón

A pesar de que las líneas de Nazca tienen una antigüedad de más de 2.000 años, cuando no existía ninguna tecnología para volar, desde el aire se observan claros dibujos en el desierto. Este hecho ha alimentado la teoría de que fueron realizadas por extraterrestres.

Las líneas de Nazca fueron vistas por primera vez en 1547, pero al día de hoy se siguen encontrando dibujos en el desierto.

Esta vez, un grupo de arqueólogos encontró un geoglifo de unos 30 metros de largo, que podría representar un animal con la lengua larga. Los investigadores lo describieron como “una figura imaginaria”.

Masato Sakai, de la Universidad de Yamagata (Japón), dirige las investigaciones en el desierto peruano de Nazca junto a Jorge Olano. Sakai explicó a la revista National Geographic que la parte izquierda de la figura representa una cabeza con una lengua larga, mientras que la parte derecha, con manchas y salientes, podría corresponder al cuerpo y las patas.

«El diseño de la figura no parece ser de tipo realista, sino imaginario», reiteró Sakai.

Teorías sobre las líneas de Nazca

Dejando de lado la teoría sobre los extraterrestres, la idea más aceptada es que las líneas de Nazca fueron trazadas en el suelo para que fueran vistas desde el cielo por los dioses ancestrales de las tribus indígenas que vivían en lo que hoy es Perú.

Para construir el geoglifo que hallaron recientemente en la Pampa de Majuelos se extrajeron piedras y se acumularon para formar un bajo relieve. «Esa técnica es característica de los geoglifos de la fase Paracas Tardío», sostiene Sakai.

Por lo tanto, el dibujo tiene entre 2.000 y 2.500 años de antigüedad, aunque la fecha de creación de las figuras es discutida.

«En 2011 se descubrieron otros geoglifos en la misma zona que representan dos figuras antropomorfas en una escena de decapitación. En medio hay un camino antiguo que se dirige a Cahuachi, por lo que ambos geoglifos podrían estar relacionados con el camino de peregrinación hacia este centro ceremonial”, agrega el arqueólogo.

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