GENÉTICA

Descubren que las chinches de cama, si se alimentan con sangre humana se vuelven más resistentes a los insecticidas

La secuenciación del genoma de la chinche de cama (Cimex lectularius) ha deparado no pocas sorpresas a los científicos, una en particular de alto interés en nuestra vida práctica y que ahora intentan determinar si es traspolable a otros insectos: si la chinche se alimenta con sangre humana, se hace más resistente a los insecticidas.

chicnhesLa chinche de cama es uno de los compañeros más remotos y menos deseados del ser humano, a punto que los científicos creen que acompaña desde hace miles de años a la especie, habiéndose diseminado en forma potencial en las últimas décadas producto de la calefacción cada vez más fuerte y frecuente en los hogares y otros lugares habitables, así como por los viajes internacionales que la han dotado de fuerzas renovadas gracias a los cruces genéticos.

A la chinche se la creía condenada en base a los insecticidas, pero los científicos creen que ha resurgido en los últimos 20 años no solamente debido a los factores citados anteriormente, sino también a la resistencia que ahora presentan ante los insecticidas.

Antes y después de la sangre

Según el artículo que publica Nature Communications, las últimas investigaciones sobre la genética de la chinche muestran que las diferencias clave de estos insectos ocurren no solamente en base a su ciclo evolutivo, sino a cómo reaccionan ante la fumigación teóricamente letal, antes y después de su primera ingesta de sangre humana.

Científicos del Museo Americano de Historia Natural y el Instituto Weill Cornell de Medicina extrajeron ADN de machos y hembras de chinche en sus cinco estados inmaduros y en los adultos, antes y después de comer sangre, y observaron que si bien el número de genes fue casi constante durante todo el ciclo de vida, se produjeron cambios importantes en la expresión génica antes y después de la primera comida de sangre.

Los genes vinculados a la resistencia del animal, como aquellos presentes en las proteínas de las cutículas de los insectos capaces de impedir la penetración de los venenos, aparecieron solo después de que las chinches habían probado al menos una vez, sangre humana. Algo similar les ocurre en relación a los sistemas de desintoxicación naturales del animal que no se activaron hasta tanto no estuvieron en presencia de venenos.

Todo ello pauta que los insectos son mucho más sensibles durante la etapa de linfas, lo que podría dar pistas para insecticidas más específicos en su accionar a corto plazo.

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