Existen diversos conflictos que podrían desatar una Tercera Guerra Mundial aseguran analistas internacionales

El Papa Francisco advirtió en setiembre pasado que ya podía hablarse de una Tercera Guerra Mundial combatida “por partes”, la cual sería incitada por intereses espurios como la “codicia” y permitida por una indiferencia cainita (odio con los afines) que ya consintió las atrocidades del pasado.

Asimismo, días pasados se difundió un estudio referido a cómo diferentes conflictos que se desarrollan en la actualidad en diferentes partes del planeta, podrían llevar a alterar la paz mundial.

The National Interest asegura que ninguna guerra global surge de la nada y siempre hay una “chispa” que hace que se desarrolle un conflicto u otro.

Según la revista estadounidense,  el conflicto en Siria ocupa el primer puesto de la inquietud internacional.

“El crecimiento del Estado Islámico despierta preocupación por parte de la mayoría de las potencias mundiales, Rusia, EE.UU. y Francia. A pesar de que el objetivo final que tienen los países que luchan contra la organización terrorista sea el mismo, sus visiones sobre el futuro de Siria son distintas. Además, la lucha activa entre las fuerzas exteriores en Siria pueden atraer fácilmente a otros países, como por ejemplo Irán, Turquía o Arabia Saudita”, se indica en el estudio del cual además dio cuenta RT.

Otros enfrentamientos bélicos

También se hace especial hincapié al conflicto entre la India y Pakistán, “que puede agudizarse en cualquier momento”.

“Los grupos radicales financiados por Pakistán realizan algún atentado en la India, esta no tardará en responder. Y si Pakistán sale perdiendo, es posible que recurra a armas nucleares tácticas, haciendo que EE.UU. y China también formen parte del conflicto”, se indica.

Asimismo, el conflicto entre China y Japón, en el mar de China Oriental, gira en torno a las islas Senkaku. Ambos países pretenden tener el dominio sobre las islas y han desplegado fuerzas armadas en la región. “Si la situación sufre una escalada, EE.UU, que tiene un acuerdo con Japón, tendrá que intervenir y el conflicto podría irse de las manos en forma peligrosa”.

También preocupan las disputas en el mar de China Meridional, donde se enfrentan las fuerzas de EE.UU y China. “Si una de las partes llega a perder el control, presenciaríamos consecuencias terribles de una guerra entre EE.UU. y China, en la que además podrían participar Japón y la India”, se expresa.

Entretanto, se hace referencia a la guerra en Ucrania, que depende en gran parte de la participación que puede tomar en el conflicto la OTAN. “Si la organización decide intervenir, Rusia podría tomar medidas en consecuencia, lo que llevaría a acciones militares directas”.

The National Interest expresa que los líderes de las potencias mundiales “deberían darse cuenta de que no se puede jugar a la guerra”. También advierte que se debe “estar atentos e intentar evitar escaladas en los conflictos actuales”.