CONFLICTIVO

Turquía derriba avión de combate ruso en Siria por violar su espacio aéreo: Moscú niega la intrusión

Aviones turcos abatieron un cazabombardero ruso del tipo SU-24 que operaba en territorio sirio. La versión turca afirma que habían violado espacio aéreo de Turquía y se le advirtió reiteradamente por lo que hacía. Moscú reconoció la pérdida de avión pero niega que haya entrado a territorio turco: afirma tener pruebas y que fue abatido desde tierra y no por los F-16 turcos.

La Fuerzas Armadas de Turquía emitieron un comunicado poco después del incidente en el que aseguran haber “avisado diez veces en cinco minutos” al avión ruso que se encontraba dentro de las fronteras turcas. El avión caído no lo hizo sin embargo en territorio de ese país, sino en la provincia siria de Latakia.

Un informe de la cadena turca CBB Türk, asegura que los dos pilotos lograron eyectar a tiempo sus asientos. Uno de los pilotos habría sido capturado por rebeldes sirios que combaten en la zona fronteriza sirio-turca.

Fuentes en Estambul afirman que el primer ministro Ahmet Davutoglu, fue inmediatamente informado del hecho por Hulusi Akar, jefe de las Fuerzas Aéreas de Turquia. Davutoglu ha ordenado actuar “dentro del marco de la OTAN y de la Organización de las Naciones Unidas”, según asegura la prensa turca afín al gobierno.

La otra versión de un hecho con antecedentes

El Ministerio de Defensa de Rusia tomó de inmediato cartas en el asunto y emitió un comunicado donde afirma poder probar que su avión no estaba dentro del espacio aéreo turco, según publica la agencia RIA Novosti. Además, aseguran que el avión no fue derribado por otros aviones, sino que se le disparó desde el suelo con un misil tierra-aire.

Según la versión rusa el avión volaba a unos 6.000 metros de altura en la zona conocida como Montaña Turkmena, en el área fronteriza. El canal de televisión Ulusal, afirma que dos turcos residentes en el distrito de Yayladagi, resultaron heridos como consecuencia de la caída de fragmentos del avión ruso destruido.

A principios de noviembre un avión ruso había entrado en territorio turco cuando sus instrumentos “mostraron que algún sistema de defensa antiaérea terrestre estaba tratando de interceptar el vehículo de combate, razón por la que el piloto se vio obligado en contados segundos a hacer una maniobra antimisiles y sobrepasó un poco el límite aéreo de Turquía”, había reconocido el comandante de las Fuerzas Aérea y Espacial de Rusia, Víctor Bóndarev.

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