Papa Francisco niega toda posibilidad de mujeres-sacerdotes, pero promete una “nueva teología de la mujer”
Después de múltiples aseveraciones de corte totalmente pacifista, contra la pena de muerte, el negocio de las armas, y los derechos de los más débiles, el viaje de regreso del Papa Francisco en el vuelo que lo llevó a Estados Unidos a Roma, fue un vergel de noticias para los periodistas que le acompañaban: sin embargo un tema que prometía apertura, fue laudado sin más por el pontífice dando un “fin de fiesta” rotundo a la mitad de la cristiandad que esperaba una novedad al respecto: el derecho de las mujeres a ser ordenadas sacerdotes.
“Lo dejó zanjado Juan Pablo II”, respondió sucintamente sobre el asunto el papa recordando que su antecesor polaco dictaminó mediante una carta apostólica sobre el tema. “Declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles”, decía la carta apostólica dirigida a todos los obispos por Juan Pablo II, en mayo de 1994, laudando la prohibición absoluta del sacerdocio femenino.
Francisco volvió ya sobre esos pasos y escribió en la Evangelii Gaudium que “el sacerdocio reservado para los hombres (…) es un tema que no se pone en discusión”, no obstante lo cual la grey parece no del todo convencida. Distintas encuestas realizadas en múltiples países muestran que los dos temas más controvertidos por los fieles y que más se debate siguen siendo la posibilidad que las mujeres sean sacerdotes y los votos de celibato total para los curas.
La mitad de la grey son mujeres y lo que faltan son sacerdotes
Más del 63% de los estadounidenses católicos consultados –que se han mostrado en un 100% satisfechos por la visita papal- afirman no obstante que la Iglesia debería aceptar sacerdotes mujeres, un porcentaje nada menor en un país donde las vocaciones sacerdotales apenas avanzan.
El fenómeno de la falta de nuevos sacerdotes es mundial y el cierre de capillas e iglesias por falta de párrocos no es nuevo en toda Europa, donde suman cientos los centros religiosos católicos cerrados por ese motivo que, a la interpretación de muchos, podría solucionarse con la aceptación de mujeres en el sacerdocio.
Más allá de esa cuestión práctica, la Iglesia considera laudado un tema sobre el cual cada día el mundo avanza, decididamente en Occidente, a duras penas en Medio Oriente en general, y medianamente en Asia, pero avanza.
“En el siglo XIX, la Iglesia romana perdió a los obreros, en el XX a los intelectuales y a los jóvenes, en este siglo XXI lleva camino de perder a las mujeres, que son con creces la mitad más activa de esa confesión. ´Los jóvenes se han ido de la Iglesia sin dar portazo y no nos hemos enterado´”, reconoció el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, en declaraciones que publica el diario El País de Madrid.
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