Mutilación genital femenina

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Fue la muerte de dos niñas de la comunidad indígena  emberra-chamí, que significa “gente de la cordillera”, de Colombia,  por infecciones derivadas de una mutilación genital en 2007, que saltó a luz la práctica de la ablación en esa zona del país. El grupo indígena afrontó el odio de la sociedad y fueron llamados salvajes y violentos, lo que llevó a comenzar la lucha por la erradicación de este mal en el único país americano donde existe. Aunque se ha tenido información, sin confirmar, que además se da entre los emberra de Panamá y en comunidades de afrodescendientes de la zona del Pacífico, en el oeste de Colombia.

La leyenda relata tal como se originó. Cuando llegaron los esclavos de Malí, que al igual que los emberra, también estaban acostumbrados a que los hombres pasaran mucho tiempo fuera de casa, cazando  animales  perdidos en la selva, necesitaron  controlar el deseo sexual de sus mujeres evitando la masturbación o la infidelidad.

La reacción de la autoridades no se hizo esperar, y con el tiempo han aparecido mujeres que luchan y están aprendiendo a defender su clítoris optando entonces, por una transformación cultural arraigada por muchos años y que costará tiempo en conseguir su fin.

El informe de  Amnistía Internacional  y UNFPA ( Fondo de Población de Naciones Unidas)  para hacer conciencia de los malos tratos a la mujer daba la cifra de 120 millones de mutilación genital femenina, y 30  millones de niñas que están  en riesgo por año, en veintiocho países de África y Asia, donde la costumbre está fuertemente establecida.

La ablación genital femenina causa daños irreparables. Se ha convertido en un mal endémico arraigado a la tradición y la cultura de algunos países. Acarrea complicaciones urinarias, menstruales y obstétricas que  puede llevar a la muerte por colapso hemorrágico o neurogénico debido al intenso dolor y el traumatismo, así como infecciones agudas y septicemia.

No se sabe a ciencia cierta la procedencia de la costumbre aunque las investigaciones afirman que todo comenzó en el antiguo Egipto, se han hallado momias egipcias del siglo II a. C. mutiladas. Se sospecha como un ritual de iniciación a la edad madura de la niña. Luego se extentiende por Africa para más tarde llegar a Medio Oriente y países de Asia. La mayoría de la veces recurriendo a justificaciones religiosas para argumentar, para su hecho, como alguna parte del Corán. Sin embargo, no existen textos que lo justifiquen. También la costumbre es frecuente en cristianos y animistas. Los líderes religiosos adoptan diferentes posiciones al respecto, mientras unos la fomentan, otros contribuyen a su eliminación.  La presión del colectivo  y la prevalencia de valores morales orientados a sustentar el modelo social, la manera que se concibe a la mujer, son las causales primordiales de la sobrevivencia de esta práctica

El 20 de diciembre de 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó ley la cual exhorta a los Estados y a todas las partes implicadas en promover  el 6 de febrero como el Día Internacional de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, y a aprovechar la ocasión para mejorar las campañas de sensibilización y tomar medidas concretas.

[]Es aberrante la manera que se procede a la mutilación de los genitales femeninos. Sin anestesia y sin tomar medidas de higiene. Mientras la niña es sujetada por una o varias mujeres, una anciana hechicera o barbero, generalmente con experiencia , con una navaja, siendo un servicio muy valorado y remunerado económicamente y derivar en prestigio en la sociedad, procede a  extirpar el clítoris. Es otro hábito, un corte a lo largo los labios menores y mayores, a esto se llama infibulación,  y termina con un cosido de la vulva dejando un orificio para la orina y la sangre menstrual. La llamada sunna es la menos severa , consiste en la mutilación parcial del clítoris. Mientras la niña grita y llora de dolor y en el interior de la habitación se derrama sangre,  afuera los familiares festejan y celebran que esté lista para ser mujer.

Solo después de este ritual, se pertenece a la comunidad de las mujeres adultas. Si no lo practica se las consideraría impura y no sería aceptada ni como esposa, ni como miembro del grupo.

La ceremonia es una agresión que tiene grandes consecuencias físicas y psicológicas siendo un mecanismo de opresión y sumisión de la mujer y ” preservarla en su sano juicio”. Los justificantes son también supersticiosas, como que el clítoris se podría convertir en órgano genital masculino, fertilidad, la mujer es más fuerte frente a las enfermedades, motivos de higiene, estará más limpia y pura,  preservar la virginidad en el matrimonio y evitar la promiscuidad, entre otras.

La ex modelo Waris Dirie, de origen Somalí, la primera negra fotografiada en la revista Vogue, reveló en el año 1997, en una entrevista, que había sufrido la ablación a los 3 años y que recorrió el desierto huyendo de un matrimonio arreglado con un hombre mayor. Waris Dirie es  hoy  embajadora de la ONU. Ha conseguido que esta práctica sea ilegal en algunos países africanos, aunque se siga practicando de hecho.

En 2008, Naciones Unidas,  lanzó un programa en 15 países africanos, al que en los primeros cinco años más de 10.000 comunidades se unieron. El porcentaje de mutilaciones bajó notoriamente.

En Camerún y Uganda solo se ejerce el 1% , entretanto en Kenia donde se dispone penas de tres años de cárcel  y en caso de muerte de la niña tras la intervención , cadena perpetua, se destaca el país como un ejemplo de reducción drástica en la región. Las mujeres de entre 45 y 49 años tienen tres veces más posibilidades de haber sido mutiladas que las de 15 a 19.

República Centroafricana , Burkina Faso, Etiopía, Liberia y Sierra de Leona ha comenzado a descender la ablación. Son datos de un informe de UNICEF publicado en 2013 y  afirma que esta práctica se puede eliminar en una generación si hay un esfuerzo cultural.

Según Wikipedia. Malí, Gambia, Mauritania, Yibuti, Somalia encabezan la lista de los países donde se acostumbra más la ablación de niñas entre 0-14 años.

Se destaca que una veintena de líderes musulmanes declararon públicamente, en una conferencia en Mali, en 2011, la lucha contra este procedimiento , según el UNFPA ( Fondo de Población de Naciones Unidas).

El pasado 9 de junio de 2015, Nigeria ha marcado un antes y un después en su historia al convertirse en el   país número 23 de Africa en prohibir la mutilación  genital clítoris en las niñas.

Según Wilipedia, en Asia. Se ejerce particularmente en su forma de circuncisión sunna, está presente en prácticamente todos los países árabes del continente, así como en las comunidades kurdas. Afganistán, Tayikistán, Brunei , Malasia e Indonesia,  también los tres últimos incluyen los tipos de mutilación más radicales

Con la migración los casos se multiplican en Europa , Australia, Canadá y los Estados Unidos.  A pesar de los reglamentos de control que existen para la salida, en  algunos países, de la niñas en edad de riesgo, a que apliquen las costumbres originarias de donde proceden los padres. Se estima por denuncias que medio millón de mujeres y niñas han sufrido la mutilación genital en los últimos años, no solo fuera del país, sino también en clínicas secretas en Europa.

El origen ha cambiado. La OMS ( Organización Mundial de la Salud)  observa la tendencia que las niñas son mutiladas, por profesionales de la salud, con la creencia que los médicos  evitarían la hemorragia e infecciones y el dolor por el uso de anestesia, de esta manera la familia elimina una parte de su mala conciencia. Siendo la razón del dinero muy poderosa  para médicos y parteras en los países pobres de aumentar su remuneración mediante la venta del servicio. Argumentando, si no se puede detener es preferible hacerlo en el entorno médico.

La MGF ( Mutilación Genital Femenina)  es considerado  internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas. Revela una discriminación  y constituye una forma extrema de exclusión de la mujer. Es practicada casi siempre en menores y constituye una violación de los derechos del niño. Atropella a la integridad personal, el derecho a no ser sometido a torturas y tratos crueles, inhumanos, y el derecho a la vida en los casos en los que acaba produciendo la muerte.

Publicado en el semanario Voces

Hebert Abimorad

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