Pentágono investiga a mandos militares que combaten al Estado Islámico: “optimizaban” informes de su campaña para Obama
El Pentágono abrió una investigación contra los altos mandos del Comando Central encargado de la lucha contra el Estado Islámico, después que la Agencia de Inteligencia informó que los jefes militares están “optimizando” los resultados de su campaña en los informes que se elevan al presidente Obama.
The New York Times publica que un analista de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, reveló a sus superiores, y éstos al Pentágono que abrió la investigación, sobre la “distorsión” que hacen los jefes sobre las informaciones de los servicios de espionaje, al tiempo de divulgar “resultados optimizados” de los resultados que se están obteniendo contra el Estado Islámico. Los informes manipulados, que cambiaban los reportes de la CIA y otras agencias sobre el terreno, eran la fuente de información básica para el presidente Obama y su cuerpo de asesores, señala el Times.
El supuesto “debilitamiento” del Estado Islámico en foco
El tema más candente es el cuestionado debilitamiento del Estado Islámico, algo que la cúpula militar norteamericana da como un hecho, en función del resultado de los bombardeos desatados en Irak y Siria, hace un año, y que aseguran no podía haber tenido mejores resultados. Los servicios de espionaje por el contrario, están seguros que el Estado Islámico prácticamente no se ha visto resentido por los ataques aéreos y las pruebas están a su favor: el avance en el norte de África y en Asia central es inocultable, dijeron las fuentes al mismo periódico estadounidense.
El mes pasado, el general (r) John Allen, enviado de Obama para encabezar la coordinación de la coalición liderada por Washington, había dicho públicamente que el impulso mayor del Estado Islámico ya fue “neutralizado” a nivel “táctico, operativo y estratégico”, con la sola operación de las fuerzas aéreas combinadas de los países aliados.
Washington y la coalición han llevado a cabo unos cinco mil ataques aéreos contra el Estado Islámico en Siria e Irak, a un costo superior a los US$3.000 millones, desde el inicio en agosto de 2014.
La mayoría de los analistas internacionales coinciden en tanto que la sola intervención aérea no es suficiente, y que incluso a estas alturas es sumamente cuestionable el valor para la victoria de un desembarco de tropas, a menos que se haga de forma masiva.
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