Dos mil migrantes cruzan rumbo a Europa en un solo día desde Serbia y esperan aluvión de hasta 7.000

Hungría reclamó a la Unión Europea más fondos para gestionar a los miles que atraviesan su territorio buscando dispersarse hacia otros países particularmente hacia Alemania. La Comisión Europea alertó de la situación húngara y ha comprometido crear un centro de acogida para migrantes, aunque el gobierno magyar afirma que las promesas las viene escuchando desde antes que 120.000 refugiados entraran al país, cifra estimada desde inicios de este año.

Hungría está obligada a recibir los pedidos de asilo, por una decisión de 2011 de la Corte de Justicia de la Unión Europea que prohíbe devolver los migrantes al primer puerto de entrada a la comunidad: a Grecia.

Hungría ha respondido levantando barricadas de alambre de púa de cuatro metros a lo largo de los 175 quilómetros de su frontera con Serbia, la que estará terminada en días, no sin antes advertir que una nueva oleada de miles de iraquíes, sirios, afganos y africanos está ya cruzando Serbia, a pie, en tren o en el vehículo que les lleve, para llegar lo antes posible a la frontera.

Angela Merkel abucheada en Alemania por inmigración

Mientras tanto la canciller alemana Angela Merkel –cuyo país es el destino prioritario para los miles de migrantes que arriban a Europa- visitó el centro de refugiados que un grupo de neonazis y ultraderechistas intentó incendiar el pasado fin de semana en la localidad de Heideanu, en la otrora República Democrática de Alemania.

Al arribar al lugar se vio recibida por fuertes abucheos de los vecinos y otros ciudadanos que se autoconvocaron, que la trataron de “traidora” y la conminaron a “preocuparse de los alemanes, antes que del resto del mundo”.

La canciller simplemente saludó con la mano al público en general a las puertas del centro de inmigrantes e ingresó al lugar acompañada del jefe del Gobierno del estado de Sajonia, el cristianodemócrata Stanislaw Tillich, y por el alcalde de Heidenau, el también conservador Jürgen Optiz.

Los incidentes contra el centro en el este alemán fueron los más violentos desde que se desataron impulsados por los derechistas y neonazis: ya hubo más de doscientes y están aumentando, según llegan nuevas oleadas de migrantes.