ALBA-TCP

Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América condena “intentona” golpista en Ecuador

Los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), condenaron en forma enfática una “intentona golpista” contra el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

rafael correa

A través de una resolución, el bloque regional indica que “desde el pasado 8 de agosto en Ecuador tienen lugar manifestaciones opositoras con matices violentos e incitaciones de derrocamiento del gobierno legítimo”.

“Estas acciones desestabilizadoras e intransigentes se han mantenido a pesar de la disposición y la convocatoria a un diálogo nacional y recuerdan el guion aplicado contra otros gobiernos revolucionarios y progresistas de la región”, expresa el ALBA-TCP.

El acuerdo regional alerta a los pueblos y gobiernos de América Latina y el Caribe y del mundo, “que la oligarquía ecuatoriana ha puesto en marcha un plan de amenaza y desestabilización contra Correa, con el objetivo de derrocarlo y acabar con la revolución ciudadana y sus logros”, según el comunicado que difundió Prensa Latina.

Los países del ALBA ratifican su “compromiso y apoyo irrestricto” a Ecuador y a su jefe de Estado, al tiempo que rechazan “cualquier intromisión en sus asuntos internos, su soberanía y legitimidad”.

Nuevo Plan Cóndor

Por su parte el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, convocó a sumarse a una “jornada internacional de solidaridad con Ecuador y su presidente, Rafael Correa, el próximo 13 de agosto”.

El jefe de Estado venezolano denunció que “está en marcha un golpe de Estado contra Ecuador, por lo que las fuerzas progresistas de la región se activan con el propósito de impedir la asonada”.

“Existe una conspiración de los grandes centros de poder mundial, que va más allá del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, para intentar revertir los procesos de cambios en el área, utilizando a las oligarquías locales de América Latina y el Caribe”, dijo Maduro.

Maduro dijo que “es un nuevo Plan Cóndor”  -de coordinación represiva de las dictaduras del Cono Sur en la década de los ’70-, como el instrumentado por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos hace 40 años “para frenar el avance de los movimientos populares a través del asesinato de sus integrantes, esta vez para desaparecer a los pueblos que adelantan transformaciones”.

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