EN WASHINGTON

Dilma y Obama alcanzan el mayor programa de acciones conjuntas desde que la izquierda gobierna el Brasil

Dejando atrás la crisis que el espionaje norteamericano a Brasil planteó en la relación bilateral. Dilma Rousseff y Barack Obama, lograron la mayor batería de acuerdos y acciones entre los dos países, desde que la izquierda gobierna la mayor potencia sudamericana.

Momento de la reunión entre Rousseff y Obama en la Sala Oval, de la Casa Blanca, el pasado 30 de junio. Foto: Saul Loeb - AFP.
Momento de la reunión entre Rousseff y Obama en la Sala Oval, de la Casa Blanca, el pasado 30 de junio. Foto: Saul Loeb – AFP.

“Dilma, quiero agradecerle por haber llevado la alianza entre nuestros dos países a un nuevo nivel”, dijo un exultante Obama durante la conferencia de prensa que brindaron ambos mandatarios, tras la reunión que se extendió por más de dos horas en el Salón Oval de la Casa Blanca. “Creo de verdad en el presidente Obama. Esta visita supone un relanzamiento de nuestra relación” respondió Dilma, quien no dejó pasar por alto el escándalo vinculado al espionaje telefónico de la NSA. “Obama me dijo que cuando necesite alguna información sobre Brasil me llamará por teléfono. Tengo la seguridad de que las condiciones son diferentes ahora”, remarcó. A insistencia de la prensa sobre la situación en 2013 –cuand. canceló el viaje a Washington tras las denuncias de espionaje a que era sometida. Dilma entendió que “desde entonces, algunas cosas han cambiado, en particular debido al hecho de que Obama y el Gobierno de Estados Unidos nos han indicado en varias ocasiones que ya no intervendrán en actos intrusivos de espionaje a países amigos”, sentenció.

Un gigantesco paquete que abre nuevas puertas

Los acuerdos bilaterales convencionales fueron llevados a un grado sumamente alto entienden los analistas económicos y financieros, que esperan un auge de las inversiones estadounidenses en infraestructuras brasileñas, pero además, una serie de nuevas puertas se abren en áreas de energías renovables hasta ahora no transitados de manera conjunta.

“Tanto Estados Unidos como Brasil pretenden aumentar su proporción de renovables -más allá de la energía hidráulica- en sus mezclas respectivas de generación de electricidad al nivel del 20 % para 2030”, dice un comunicado conjunto. Obama y Rousseff lanzarán una iniciativa conjunta contra el cambio climático a partir de un grupo de trabajo que debutará en octubre próximo. Entre otros puntos analizará“restaurar y reforestar 12 millones de hectáreas de bosques para 2030″, según la intención oficial conjunta.

En materia comercial, Brasil logra un fuerte empujón para su sector ganadero en tanto Estados Unidos comprará carne vacuna fresca a nuestros vecinos.

En materia de migraciones los presidentes «expresaron su compromiso de dar los pasos necesarios para implementar la participación de Brasil en el programa Global Entry’para el fin de la primera mitad de 2016″, dice el comunicado oficial. El programa incluye a viajeros de “bajo riesgo” que evitan controles migratorios regulares y solo se limitan a pasar por ventanillas de menor tiempo de espera.

Otro paso relevante ha sido la inclusión de “ciudadanos brasileños que trabajen en EEUU y los estadounidenses en Brasil,  para que se reconozcan sus contribuciones a la seguridad social en ambos países, lo que elimina las contribuciones dobles a la seguridad social, que ocurren cuando un trabajador de un país trabaja en el otro», puntualiza el documento oficial.

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