Grecia no paga si debe condenar a sus ciudadanos y el mundo sufre una fuerte caída bursátil previo al plebiscito

Los contactos del martes se mantenían no obstante al máximo nivel, y el primer ministro Alexis Tsipras estaría estudiando una última propuesta de la Comisión Europea, según publica en su página web el periódico griego “Kathimerini”. El diario añade que la oficina del primer ministro griego comunicó a la Comisión Europea de que se está analizando la última propuesta, de la que no hay detalles.

En tanto el gobierno heleno estaría negociando con Pekín un nuevo camino a emprender, pero para ello los chinos le exigirían no abandonar la zona Euro, algo que sería catastrófico si cunde un efecto “dominó” con otras deudas en Europa. “Grecia no va a dejar la zona euro y está dispuesta a trabajar con China para desarrollar las relaciones bilaterales y la cooperación práctica en todas las áreas”, publicó la Embajada de China en Atenas a través de un comunicado, acorde a lo dialogado con el ministro de Asuntos Exteriores, Nikos Kotzias, dice la fuente.

Bancos reabrirán 1.000 sucursales para pagar las pasividades

En tanto las calles griegas se han convertido en otro tembladeral, donde manifestaciones constantes en apoyo al “No” del domingo próximo en el plebiscito que prevé no pagar la deuda e incluso pensar en apartarse de la Eurozona. Otro tema vital son las pasividades y pensiones, después que se decretó el cierre bancario. Ahora se confirma la reapertura de 1.000 sucursales bancarias desde el miércoles para atender a los pasivos, dijo el Ministerio de Economía, hasta el 6 de julio, fecha en que se reabrirán, se afirma, las casas bancarias.

Grecia se ha limitado a confirmar hasta ahora que no pagará al Fondo Monetario Internacional (FMI) la cuota de 1.600 millones de euros que vence este martes salvo que se encuentre una solución real para no convertirse en país moroso.

Todo indica que la semana podría continuar sin mayores cambios hasta el domingo, cuando los griegos vayan a las urnas y decidan su futuro. En tanto la rispidez ha sido atenuada por los propios líderes europeos, cuya imagen se deteriora ante la decisión “democrática” de Grecia para que el pueblo sea el que decida sobre la deuda. “Francia está disponible para que el diálogo se reanude. La posibilidad de un acuerdo sigue existiendo”, dijo el presidente François Hollande, que busca un papel de mediador, según la prensa francesa. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la canciller alemana, Angela Merkel, dejaron entrever también para los medios de sus países que hay “posibilidad de reanudar el diálogo después del referéndum” del domingo próximo.