Máxima alerta a horas del primer aniversario del Estado Islámico y tras 100 muertos en cuatro atentados en tres continentes

Los hechos, aunque no han sido reivindicados por el EI, salvo el de Kuwait, tienen una coincidencia demasiado difícil de pasar por alto en cuanto a sus características: la cabeza del decapitado en Francia aparece envuelta en banderas con consignas extremistas islámicas y en Túnez, el ataque ha sido contra los impíos que estaban en la playa semidesnudos –según la concepción musulmana- tomando sol. En el último atentado en el sur somalí, 50 soldados murieron un ataque de un grupo islamista contra una base militar de la Unión Africana.

Esta misma semana, el portavoz del EI, Abu Mohammed al-Adnani, había convocado a todos los musulmanes “a convertirse en mártires” como celebración de este mes de Ramadán y generar “calamidades” a Estados Unidos y sus aliados por el mundo.

El “alerta máxima” en curso se superpone a uno anterior

Si bien todos los servicios de Inteligencia y Seguridad de las naciones involucradas, están en “alerta máxima” desde hace meses, nada parece habría podido evitar este nuevo golpe del terrorismo, que fue realizado sin mayor compaginación en los tres escenarios, pero también con una efectividad letal dado el número de víctimas y harto multiplicadora a través de las redes sociales en sus consecuencias para animar aún más a los yihadistas.

Los servicios han declarado no tener pruebas aún de que hubiera alguna coordinación entre los tres grupos que organizaron los atentados, pero ello complica aún más alguna estrategia concreta para evitar las masacres.

“Los europeos estamos unidos con nuestros amigos, nuestros hermanos y nuestras hermanas árabes. Es todavía más importante que en los próximos días conservemos esta unidad», en el combate contra el jihadismo, señaló la responsable de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, a una crecientemente aterrorizada población del viejo continente.

Washington sin embargo se mostró bastante menos alarmado por la situación que plantea la yihad al menos en el mundo civil occidental. “No creo que tengamos aún evidencias de una coordinación táctica entre los ataques, ni por parte de alguna persona ni de una organización terrorista. Dicho esto, hay vínculos con el terrorismo, claramente”, reconoció el vocero de la Casa Blanca John Kirby.