El Estado de Nebraska decreta la abolición de la pena de muerte pese a la oposición republicana

El caso de Nebraska es particularmente notorio debido a que el gobernador Pete Ricketts ha vetado en tres oportunidades anteriores el proyecto para la derogación de la pena, pero ahora deberá acatar la decisión del Congreso estatal. La batalla entre los legisladores y el jefe del ejecutivo, ha sido seguida por la prensa hasta las mismas escaleras del capitolio local, cuando el gobernador se presentó en el último momento a instar a los congresales a votar para “asegurar que protejamos la seguridad pública”, dijo.

Sin embargo pese a que Nebraska tiene mayoría republicana en el Parlamento local, se obtuvieron los votos para a derogación, con argumentos que fueron desde razones religiosas, hasta del costo que implica para las arcas públicas cada ejecución. Otras razones morales fueron también invocadas. Las iglesias cristianas habían defendido el derecho a la vida en todos los casos. Los republicanos, habitualmente partidarios de la pena de muerte, emitieron en esta ocasión un comunicado de bancada para justificar la decisión. «Estamos convencidos de que la pena de muerte no hace de Nebraska un lugar seguro y no promueve el bien común», afirman en la parte medular del documento.

Tres estados concentran ahora el 80% de las ejecuciones

El estado de Nebrasha suplantará la pena capital por la condena a cadena perpetua como máxima sanción penal posible.

Nebraska es el 19º estado –además de la capital, Washington- que han abolido la pensa de muerte, más allá que son una treintena los que ya no la practican argumentando motivos varios.

El 80% de las ejecuciones que se llevaron a cabo durante 2014, se realizaron en solo tres estados: Florida, Texas y Missouri.