Beatifican a Monseñor Óscar Romero, defensor de los Derechos Humanos, asesinado en 1980

El arzobispo asesinado mientras oficiaba misa en marzo de 1980, fue beatificado por el actual papa Francisco, 34 años después de ser asesinado, tras un proceso de beatificación iniciado en 1990.

Romero, había sido designado arzobispo en San Salvador, durante la presidencia de Arturo Armando Molina, que enfrentaba serias dificultades con los campesinos explotados por los terratenientes que se iban sumando a los cuadros de la guerrilla. Los militares y paramilitares ya gozaban de beneficios que les permitían ocultar atrocidades contra los derechos humanos. Si bien en un principio el relacionamiento entre Iglesia y Gobierno fue aceptable, los constantes reclamos de los pobres a la matanza que sufrían sistemáticamente, llevaron al quiebre y el arzobispo fue denunciado por “comunista”.

La decena de familias que dominaban los latifundios de los cafetales salvadoreños, se hicieron enemigas del arzobispo, mientras insistía en castigar a la sociedad más pobre. Pero el cura los defendió y llegó a alojarlos en la iglesia para que no los mataran.

Un francotirador contratado por la derecha en Miami, se hizo cargo del asunto y acabó con el hombre que pretendió cambiar el catolicismo conservador hacia una doctrina social que amalgamaba la lucha con los pobres y la religión.

Romero había motivado para su muerte sin embargo a la organización del pueblo para llevar adelante la revolución, les infundió valor y fe en su futuro para luchar contra la represión. “Si me matan resucitaré en el pueblo salvadoreño”, dijo Romero en una de sus homilías.

En la plaza Divino Salvador del Mundo

Las autoridades salvadoreñas cerraron en la madrugada del viernes, los accesos de la plaza Divino Salvador del Mundo, donde se realizará la ceremonia de beatificación, mientras todo está preparado para una de las mayores fiestas en años en la capital del país, aunque también con festejos en otras ciudades importantes.

Autoridades eclesiásticas, Jefes de Estado, y delegaciones llegaron ya al aeropuerto internacional “Monseñor Óscar Arnulfo Romero”, donde han sido recibidos por distintas jerarquías de la administración local.

Los actos de la liturgia estarán presididos por el cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos de la Santa Sede que fue recibido por el vicecanciller salvadoreño Carlos Castaneda. “El motivo de mi presencia es el reconocimiento solemne por la ceremonia de beatificación de la calidad heroica, de la fe profunda, de la esperanza viva de Monseñor Romero, hijo y pastor de esta tierra, auténtico testigo del Evangelio», dijo el cardenal Amato en declaraciones que recoge Telesur.