California decreta estado de emergencia por derrame de medio millón de litros de petróleo en su costa de playas
El gobernador de California, Jerry Brown, declaró el estado de emergencia en el condado de Santa Bárbara después que nuevas estimaciones del derrame de petróleo situaran en hasta medio millón de litros a fuga. Originalmente los responsables habían asegurado que se habían vertido en las aguas menos de 100.000 litros. El problema se originó en la rotura de un oleoducto y afecta toda la faja de playas de primer nivel de la costa californiana.
En un comunicado de prensa el Centro de Información Unificado que está encargado de dirigir los planes contra la catástrofe medioambiental, dijo que el cambio de las cantidades de derrame estimado, constituyen “el peor de los escenarios posibles”, al tiempo de confirmar la apertura de una investigación inmediata.
Casi 20 quilómetros de extensión tiene ya la mancha negra de petróleo crudo que afecta tanto áreas de playa como mar adentro, en un área que la Guardia Costera se encarga de monitorear para minimizar las posibilidades de expansión.
26.000 litros de crudo han sido retirados
Aunque la zona es conocida en Estados Unidos por su intensa actividad petrolera, y las plataformas marinas que extraen hidrocarburos están a la vista de quienes bajan a la playa, la diferencia entre seguridad de las empresas es notoria. En este caso es una de las más conocidas por sus accidentes en el rubro, según publican los distintos medios en la costa oeste. La Compañía Plains All American Pipeline, tiene en su contra al menos 175 infracciones a la seguridad según los registros federales, desde 2006, lo que supera largamente la media del país, según publica el diario Los Angeles Times.
Mientras tanto el gobernador Brown ha dicho que se avanzará ahora más rápidamente en la contención del problema, tras la declaración del estado de emergencia. “Esta declaración de emergencia lleva a nivel rojo la situación y permite que el Estado movilice con rapidez todos los recursos disponibles. Haremos todo lo necesario para proteger la costa californiana”, puntualizó Brown.
Se trata de la peor fuga registrada desde 1969 cuando un vertido de 15 millones de litros produjo una catástrofe sin parangón en el área costera del Pacífico.
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