Sentencian “cerebros” de Inteligencia en dictadura “una verdadera SS argentina” que atacó “grupos enteros de la población”
“La organización secreta militar que mayor poder detentó en la Argentina en el plan sistemático y masivo de represión ilegal”, así califica en sus cargos la Fiscalía, al Batallón 601 del Ejército, varios de cuyos integrantes recibirán hoy sentencia de la Justicia por su responsabilidad en los delitos cometidos durante los 70's y los 80's.
Según los cargos presentados por los fiscales Alejandro Alagia y Gabriela Sosti, ante el Juzgado de Comodoro Py, el batallón “centralizó la información y la Inteligencia y ejecutó operaciones de ataque contra grupos enteros de población nacional y en el extranjero. Fue el sistema nervioso que conectaba a las máximas autoridades militares del país con los centros de tortura y desaparición de personas, operados por personal de Inteligencia del Batallón 601”.
El principal inculpado es Leandro Angel Sánchez Reisse, “cerebro” de la Inteligencia, operativo dentro y fuera del país, contratado por la DEA a partir de 1979, según publica el diario Página 12 de Buenos Aires.
Todo comenzó por los secuestros extorsivos
El juicio que implica también a Rubén Osvaldo Bufano y Arturo Ricardo Silzle, como “socios operativos”, apuntaba en principio a dilucidar el tema de los secuestros extorsivos, que reportaron millones a la dictadura, pero la acusación priorizó “la asociación ilícita”, definitivamente probada.
Las dimensiones del Batallón 601, llegaron a “la financiación a partir de los secuestros de la exportación de la escuela represiva, sobre todo en la formación de cuadros en Centroamérica”, explica Página 12.
El alegato de la Fiscalía apunta que “el Batallón 601, fue una organización militar de Inteligencia que ocupó un papel jerárquico y protagónico en la producción de información y en la ejecución de operaciones ilegales en el país y el extranjero para la persecución, secuestro, tortura, extorsión y asesinatos masivos contra población civil (…) Fue la policía secreta del régimen con dirección y estructura militar, una verdadera SS argentina,” los definió.
El golpe de Estado de marzo de 1976, facilitó que las órdenes secretas de exterminio convirtieran a la dependencia de la Inteligencia militar, bajo órdenes de la Jefatura II de Inteligencia del Estado Mayor del Ejército, “en un centro de reunión de información y ejecución de operaciones ilegales”, concluye la acusación, de la que hoy se conocerá el dictamen.
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