EN EL ESPACIO

Fallido carguero espacial caerá entre el 3 y el 7 de mayo: Rusia abandona futuras misiones a la Estación Espacial

La nave espacial de carga Progress M-27M, que quedó fuera de control tras ser lanzada rumbo a la Estación Espacial Internacional desde la base de lanzamiento en Baykonur, caerá a tierra entre el 3 y el 7 de mayo próximo, entienden los especialistas, aunque es difícil determinar dónde tendrá lugar el impacto… que difícilmente tenga lugar.

Igor Komarov, director de la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos). Foto: Alexander Nemenov – AFP.

Los técnicos insisten –pese a que los titulares de prensa dicen otra cosa- que la nave no “caerá”, aunque si algunos fragmentos posiblemente, ya que la fricción cuando se precipite en la atmósfera, incinerará la pequeña aeronave de poco menos de siete metros de longitud. La fricción consume totalmente en la trayectoria todos los materiales, con excepción de algunos cristales, pero cuyo tamaño no implica riesgo alguno casi.

Con una envergadura de 10 metros con los paneles solares desplegados, 7,23 de largo y 2,7 metros de diámetro máximo, el ingenio espacial no soportará las temperaturas de caída y arderá en las capas inferiores de la atmósfera. Los medios han mostrado imágenes de otro carguero ruso que se precipitó a Tierra estallando por completo (en agosto de 2011), pero en aquel caso recién había despegado y aún no se elevaba en el cielo.

Mientras tanto los cálculos de entre el 3 y el 7 de mayo como fecha de caída, podrían ser afinados más puntualmente con el paso de las horas, estiman los expertos.

Rusia abandona de momento nuevos lanzamientos

Los dos próximos lanzamientos de naves Progress, similares a la que ha fallado, que tenían por destino abastecer a la Estación Espacial Internacional, han sido de momento suspendidos, anunció el subdirector de Roscosmos, Alexander Ivanov, en Moscú.

Roscosmos viene de anunciar la semana pasada que tendrá un recorte de presupuesto de hasta el 35% de las inversiones previstas en los próximos diez años, acorde a los planes de reestructura ordenados por el Kremlin ante la crisis financiera del país. “El costo de los proyectos del programa ha sufrido cambios significativos durante el último año debido a las condiciones económicas imperantes, los cambios en los tipos de cambio y los cambios en el nivel de inflación”, remarcó el director del programa espacial, Igor Komarov

Rusia no obstante mantiene su interés en una estación espacial propia, para 2023,  e incluso en viajes tripulados a la Luna: un primer vuelo tripulado alrededor del satélite en 2025 y el alunizaje formal de dos astronautas al menos para 2029.

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