Canciller Timerman renuncia como miembro de la AMIA y la acusa de actuar “como durante la dictadura”

El ministro de Exteriores de Argentina, apuntó también contra la otra entidad vinculada al tema –la DAIA- a la que responsabilizó en iguales términos que a la AMIA.”No es aceptable que la injusta muerte de las víctimas de la AMIA se convierta en una pieza de ajedrez de los intereses geopolíticos de otros países o grupos partidarios locales”, escribió Timerman en la carta de renuncia.

Timerman dijo más tarde que su decisión obedece a que le “dolió el silencio de los dirigentes de la comunidad ante las acusaciones del fiscal Alberto Nisman. Se borraron como durante la dictadura. Así que no quiero que hablen más en mi nombre, por eso renuncié como socio”, dijo al diario Página 12, que le consultó sobre el particular.

Un problema con demasiados intereses en juego

La renuncia de Timerman, podría significar un duro golpe –cuando menos a nivel de la opinión pública- para la AMIA y la DAIA, que se han opuesto duramente a las políticas del Gobierno para un acercamiento con Irán, pero que también han callado cualquier apoyo frente a los fondos buitre que actúan contra Argentina.

“No podemos permitir que la memoria de las víctimas del atentado sea utilizada como herramienta de presión de los fondos buitre, como hacen con la intensa campaña montada en los Estados Unidos. Dos años antes que Nisman presentara su canallesca denuncia, ya los fondos buitre publicaban solicitadas sobre un supuesto pacto espurio entre la Argentina e Irán. No los acuso a ustedes de montar una conspiración, los acuso de que vuestro silencio como dirigentes comunitarios, valida que la escoria local e internacional utilice a las víctimas para sus fines espurios”, puntualiza Timerman, en la más dura carta que autoridad argentina alguna haya escrito contra las organizaciones judías en los últimos tiempos.

Timerman agrega que no quiere sentirse representado por esas entidades judías. En las últimas semanas surgió un grupo importante de integrantes de la comunidad judía argentina, concretaron la primera convocatoria de judíos progresistas que no se sienten representados por la AMIA y la DAIA, recuerda en su artículo, Raúl Kollman, de Página 12.