HASTA EL DOMINGO 26

Abre la Feria de Abril de Sevilla y se convierte en atractivo cumbre de España con millones de visitantes

La feria más esperada por los sevillanos, por los andaluces y según la propuesta de este 2015 por los españoles en general, no deja de ser una gigantesca excusa para comer, bailar y pasear a caballo por una Sevilla engalanada con lo mejor de lo mejor.

Abre la Feria de Abril de Sevilla 2015. Foto; EFE

La Feria de Sevilla 2015, abrió sus puertas al público el pasado domingo y hasta el domingo próximo será el epicentro de la frase del cancionero popular: “La noche ríe en Sevilla hasta que se abraza con el alba”. Decenas de miles de luces que componen “el alumbrado” de la fiesta, presentan cada año distintos diseños y temáticas, todos conformados acorde a temas históricos lugareños o de costumbres sevillanas, para que el distrito ferial esté más activo cuánto más oscura se pone la noche.

Por “la calle del Infierno” discurrirán millones de paseantes

Más de un centenar de atracciones han sido instaladas en la llamada “calle del Infierno”, que convierten a Sevilla por estos días en el mayor parque de atracciones provisionales en España.

Originada en una feria para la compra y venta de ganado en el siglo XIX, dos comerciantes –un catalán y un vasco- pidieron permisos para oficializarla y así se hizo a partir de 1846. Originalmente instalada solamente en el llamado Prado de San Sebastián, desde sus comienzos tuvo numerosas casetas para comer y beber, las que con el tiempo fueron ganando espacio. A mediados del siglo XX, el ganado dejó de llegar a la feria, y solamente los caballos, montados por jinetes y amazonas que lucen sus mejores, galas han persistido como la costumbre lugareño para antonomasia. De entonces a ahora, las casetas –principalmente las que sirven frituras de pescado y productos del mar- son las favoritas de los paseantes, aunque ello no impide que otros platos locales como los garbanzos con bacalao, los buñuelos y los “calentitos” (que nosotros conocemos por “churros”) hagan las delicias de los visitantes. Todo por supuesto acompañado de un buen “rebujito”, la bebida típica que desde comienzo de este siglo se ha popularizado, dejando atrás a la tradicional manzanilla. El rebujito, tiene sí, el tradicional vino de Sanlúcar de Barrameda con mucho hielo, pero ahora colmado de refrescos con sabor lima-limón.

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