CASAMIENTO

La boda más fastuosa del año: trajes de oro y diamantes para el Príncipe de Brunéi y su desposada

El Sultán de Brunéi, uno de los hombres más ricos del mundo en base a las exportaciones de gas y petróleo de su pequeño país, ha patrocinado el casamiento de su hijo el príncipe, que tiene 31 años, con la novia de 22, con la fiesta más esplendorosa del año, más allá de cualquier casamiento que la realeza de otra parte del mundo esté proyectando.

El Príncipe Abdul Malik de Brunéi contrajo enlace con Dayangku Raabi’atul’ Adawiyyah Pengiran Haji Bolkiah, en una fiesta cumplida en el palacio real, la que en realidad es una serie continua de festejos que se iniciaron el pasado 5 de abril y culminan este miércoles 15. La sede del monarca donde se sucedieron los festejos, tiene 1.788 habitaciones y ha albergado a más de 5.000 personas para el casamiento y sus diez días de festejos sin tregua. Los invitados se han desplazado en la flota real que tiene 5.000 vehículos de lujo, entre ellos 170 Rolls Royce.

Los novios vivieron no obstante la ceremonia principal el pasado fin de semana, cuando fueron vestidos con trajes de oro, diamantes y otras piedras preciosas, destacando en medio de las vestimentas de los restantes cuatro príncipes y siete princesas del reinado todos de algo menor magnificencia. Los vestidos de oro, estuvieron acompañados con joyas de esmeraldas particularmente, según el gusto de los noveles cónyugues, además de una tobillera de oro macizo para la desposada. La novia lució un ramo hecho de piedras preciosas en lugar de flores.

Uno de los mayores ingresos per cápita del mundo

Brunéi, (en idioma malayo, “Morada de la Paz”), es con sus 5.770 kilómetros cuadrados, el 173er país en tamaño del mundo y sus habitantes menos de medio millón en total. No obstante los ciudadanos del sultanato, tienen uno de los mayores ingresos per cápita del mundo, y según el “Índice de Pobreza” mundial es el país con menos miseria en el planeta.

Otrora perteneciente al Imperio Británico, Brunéi es miembro del Commonwealth, y miembro de las Naciones Unidas desde 1984. Brunéi tiene una expectativa de vida de 75 años, de las más altas en la región, y un 94% de su población alfabetizada, la mayoría bilingüe, en tanto el inglés se mantiene como segunda lengua.

Sin embargo la nación enfrenta críticas ante el avance islamista en materia de derechos humanos: desde 2013, el sultán retomó la saría en la legislación del país, la lapidación por adulterio y homosexualidad, asi como las amputaciones de miembros ante determinados delitos.

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