UNESCO: Cuba es el único país de América que cumplió objetivos de “Educación para Todos 2000-2015”

Miguel Llivina, coordinador del Programa Edu­ca­ción UNESCO en Cuba, felicitó al Go­bierno cubano por la “voluntad política de llevar la enseñanza a todos”, al tiempo de elogiar la labor desplegada por el Ministerio de Educación, según publica Granma.

La Revolución y las garantías de la educación para todos

“Todavía estamos insatisfechos porque de­bemos lograr una mayor solidez de los conocimientos, una preparación superior de los maestros y la cobertura docente necesaria en todas las provincias”, dijo en la oportunidad la ministra de Educación cubana, Ena Elsa Velázquez, quien remarcó la necesidad de atender nuevos desafíos, en particular los vinculados a la calidad de la enseñanza.

“La enseñanza no se reduce solamente a la obtención de conocimientos, debemos hablar de la formación integral de los estudiantes”, puntualizó la jerarca.

Por su parte Lisardo García, director del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, recordó que desde sus mismos orígenes, la Revolución Cubana ha “garantizado el acceso pleno a la educación de niños, adolescentes y jóvenes, cualquiera que sea su género, procedencia o condición social”. Apuntó que ello es un estímulo aún mayor para alcanzar metas en el proceso de diagnósticos integrales en cada grado, una mejor formación inicial de los docentes, con especial énfasis en los maestros de Primaria, y una mejor infraestructura. En éste último campo destacó la importancia de que Cuba alcance una informatización total del sistema educativo.

Cuba destina el 13% de su Producto Bruto Interno a la educación, el porcentaje más alto de toda América Latina. Para UNESCO, solamente uno de cada tres países en el mundo alcanzó los objetivos de educación para todos en 2000-2015, de los cuales Cuba es el único en Latinoamérica. El objetivo planteado era la a escolarización universal de todos los niños en edad de cursar enseñanza primaria, extender y mejorar la atención y educación de la primera infancia, garantizar que los jóvenes y adultos tengan iguales oportunidades de acceso al aprendizaje así como de competencias para la vida diaria, y  reducir el 50% de los niveles de analfabetismo de la población adulta.