Siria: ONU pide por la “desesperada” situación de 18.000 refugiados en Yarmuk eje de la batalla
Después que los terroristas del Estado Islámico tomaron el campo de refugiados de Yarmuk, a las puertas de Damasco, la artillería del gobierno ha comenzado a bombardear el lugar, donde aún quedan miles de civiles que no tienen dónde ir.
“Jamás hasta ahora la situación en Yarmuk había sido tan desesperada”, afirmó la Agencia de ONU para los Refugiados Palestinos, donde quedan unos 18.000 civiles atrapados en el campamento, en medio del fuego cruzado entre los yihadistas y tropas leales al gobierno de Damasco. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, dice que además de artillería pesada y blindados, los helicópteros de la Fuerza Aérea están lanzando barriles de explosivos en las mismas calles para detener el avance del enemigo.
Los yihadistas están controlando hasta el 90% del territorio del campo de refugiados, pero las milicias palestinas seguidoras del Hamás, y los regulares sirios, ofrecen tenaz resistencia, según versiones de prensa del frente de batalla.
Exigen detener la matanza de civiles
Hasta el momento se desconoce el número exacto de víctimas, aunque en principio suman decenas los civiles que perdieron la vida durante los combates.
Los palestinos están pidiendo a la ONU que intervenga para “detener la matanza”, pero poco ha hecho de momento el Consejo de Seguridad para el campo de refugiados que llegó a tener más de 100.000 personas. “Pedimos que los atacantes detengan las muertes inmediatamente. Yarmuk tiene que ser un lugar neutral, alejado de la locura de la guerra”, remarcó Mohamed Faray Al Gul, ex ministro de justicia de Hamás, al tiempo de señalar que diezmar a los refugiados está siendo la peor situación de todas.
Mientras tanto la agencia de ONU para los refugiados –ACNUR- ha recordado que la situación siria es “la peor crisis humanitaria de nuestra era”, cuando se cumplen por estos días los cuatro años del comienzo de la guerra civil en ese país. Más de ocho millones de personas han debido abandonar sus hogares, de los cuales más de cuatro millones y medio, están en zonas de difícil acceso; dos millones están en zonas directamente sitiadas por la guerra. Hay 2,6 millones de niños que no van a la escuela.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, António Guterres, dijo que en Siria se vive “la peor crisis humanitaria de nuestra era y debería estar provocando un clamor mundial pidiendo apoyo. En cambio, la ayuda es cada vez más escasa (…) Los llamamientos humanitarios, sistemáticamente son financiados sólo en parte: simplemente no hay ayuda para responder a estas necesidades”.
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