Grecia anuncia que pagará al FMI que nuevamente acosa al Gobierno de izquierdas
“Realmente nos esforzamos en ser capaces de pagar nuestras obligaciones a tiempo. Estamos dispuestos a pagar el 9 de abril”, anunció en Skay TV, el viceministro griego de Finanzas, Dimitris Mardas, a contrapelo de las especulaciones desde el resto de Europa sobre la imposibilidad de los griegos para cumplir con la próxima cuota de la deuda, que los dejaría una vez más al borde de la crisis total.
Grecia debe pagar la semana entrante 450 millones de euros al FMI, más otros 200 millones por intereses de la deuda, a lo que se suman 2.400 millones de euros que debe canjear en Letras del Tesoro que vencen este mismo mes.
Los fondos de liquidez de emergencia, que se entregan a Grecia a cambio de pagar sus cuotas, son imprescindibles para mantener en operaciones a la banca del país, después que el Banco Central de Europa, dejó de aceptar bonos griegos.
La banca de Europa vuelve a empujar contra las cuerdas al gobierno
Sin embargo en esta nueva cuota de asistencia de emergencia, el Banco Central de Europa aportó solo 700 millones de euros más, con lo que el techo de la asistencia de liquidez llegó a 71.800 millones de euros, una cifra sensiblemente menor que las precedentes y que lo necesario.
Ello aparece como un intento de forzar al gobierno del primer ministro Alexis Tsipras, para que cumpla con algunos de los compromisos que forzarán a un mayor ajuste del cinturón entre la población griega. Sin embargo, el compromiso de Tsipras y de la coalición de izquierdas con la que llegó al poder, fue precisamente que no se aceptarían más compromisos que pusieran en juego la situación económicas ya de por sí crítica que enfrenta el pueblo.
El partido del Syriza, debe aumentar los salarios a los funcionarios públicos, recuperar 300.000 puestos de trabajo, absorber despedidos de la Administración, y brindar asistencia social sanitaria y alimentaria al menos a un cuarto millón de personas en situación de pobreza extrema.
Sin embargo, con la alemana Angela Merkel al frente, una coalición económica de banqueros apoyados por gobernantes, intenta desmantelar esas necesidades, para hacer caer nuevamente a los griegos en la trama de una deuda a estas alturas completamente impagable.
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