INFARTANTE

Convaleciente en el hospital recibe tarjeta de buenos deseos… y se gana 7 millones de dólares

Joseph Amorese, un vecino de Pennsylvania (Estados Unidos) yacía en un hospital local, después de haber sido sometido a una cirugía. Acostado y con realmente “muy pocas ganas de nada”, el convaleciente recibió una tarjeta de buenos deseos de su padre, que le adjuntaba en el sobre, una “raspadita” de las tantas loterías que hay en Norteamérica.

Convaleciente en el hospital recibe tarjeta de buenos deseos… y se gana 7 millones de dólares.

El paciente, puso su mejor buena voluntad para recibir con una sonrisa el obsequio paterno, e incluso se esforzó, pidiendo que le alcanzaran los lentes antes de raspar la parte oculta del billete de la fortuna. Tenía siete millones de dólares como premio.

“Me saqué los lentes para verlo; estaba muy emocionado, por decir lo menos. Creí por un momento que me iba a dar algo al corazón, y eso que ya tenía bastante con la operación. Como estaba operado me dolía por eso no salté arriba y abajo, pero realmente mi mente no paraba de hacerlo”, describió lo ocurrido el beneficiado a la cadena de televisón WCBS, y que publica BBC Mundo.

Obsequioso insistente logra finalmente su objetivo

Amorese, relató a los cronistas que fueron hasta el hospital a entrevistarlo, que su padre suele regalar a los parientes y amigos, números de este tipo de loterías “raspadita”, pero que nunca nadie había ganado nada, hasta donde él sabe.

Con 46 años de edad, Amorese que trabaja para una compañía de tecnologías, está casado hace solamente diez meses. Su esposa, Jodi, que es trabajadora social, está “absolutamente azorada. De repente estaba en el hospital preocupadísima, y de repente estaba en el mismo hospital, pero contentísima. Está siendo una experiencia increíble”.

El beneficiario, al que deducidos los impuestos y demás, y en tanto ha pedido cobrar el premio de una sola vez, recibirá unos 4,6 millones de dólares en efectivo. Su primer plan luego que se recupera de la operación quirúrgica, será irse de segundo viaje de luna de miel.
“No creo que mi vida vaya a cambiar demasiado. Me gusta lo que hago, así que voy a seguir trabajando todos los días. Mi esposa ya me ha dicho que también seguirá trabajando, así que invertiremos lo mejor posible el dinero, y disfrutaremos de la vida”, sentenció finalmente.

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