Los Ángeles vive auge de “turismo de maternidad”: elites chinas hacen nacer sus hijos en Estados Unidos

Las autoridades allanaron al menos veinte casas y apartamentos, que operaban bajo la cobertura de la empresa Star Baby Care, donde por un precio de entre 18.000 y 50.000 dólares, se daba estadía a mujeres chinas, a las que se habían arreglado sus visados de turistas. Las embarazadas, eran alojadas hasta cuatro meses, mientras esperaban el parto que se concretaba en un hospital de Los Ángeles. Las tarifas dependían en mucho de la calidad del servicio que iba de una habitación modesta, hasta paseos que incluían a Disneyworld mientras la embarazada vivía su “dulce espera”.

Otra de las empresas investigadas por las autoridades migratorias “You Win USA” tenía en su página web un anuncio sobre las ventajas de tomar la decisión: “Los ciudadanos de EE UU tienen grandes oportunidades de becas”; “13 años de educación gratuita desde el colegio hasta el instituto”; “ingresos jubilatorios de por vida hasta 1.200 dólares al mes”, además de otros beneficios colaterales como “menos contaminación en la ciudad” donde vayan a vivir.

Las autoridades, investigan también a USA Happy Baby, donde se adiestraba además a las futuras mamás para comportarse en la Aduana y evitar complicaciones en los interrogatorios, además de disimular el vientre e incluso llegar en invierno para poder ocultar el embarazo mejor entre la ropa.

40.000 niños al año nacerían por “turismo maternal”

La dimensión del fenómeno, que se ampara en principio en normas legales norteamericanas, es difícil de establecer pero el Center for Inmigration Studies publicó recientemente que de los 300.000 niños hijos de extranjeros que nacen cada años en Estados Unidos, al menos 40.000 son bebes de turistas, cuyo único propósito ha sido obtener la ciudadanía.

Un artículo de CNN calculó que en 2012, solamente de origen chino, unas 10.000 mujeres dieron a luz en EE.UU., más del doble que los 4.200 del año anterior.

El Departamento de Seguridad Nacional –que se debate en una tenue línea para probar lo ilegal de estos emprendimientos- apunta que han mentido en la solicitud del visado, además de un delito de conspiración para engañar a las autoridades y el supuesto fraude fiscal y ocultamiento de cuentas por parte de los capos de las empresas, que operan solo con efectivo sin tarjeta alguna.