El electricista de Pablo Picasso va a prisión por esconder 271 obras del artista durante 40 años

 

Por el delito de “posesión ilegal”, Le Guennec, un jubilado de 75 años, fue remitido, además de su esposa Danielle, por “receptación” de los bienes en cuestión. El ahora procesado sigue insistiendo en su inocencia y asegura que las obras fueron un regalo que el pintor le hizo en vida. Las obras, están tasados en principio en más de 60 millones de euros.

Los herederos de Picasso, Claude y Maya Picasso, hijos de Picasso, y Catherine Hutin-Blay, hija y heredera de Jacqueline, la viuda del artista, consideraron desde siempre que tal obsequio era imposible de concebir y denunciaron los hechos ante el tribunal correccional de Grasse, en el sureste de Francia, que ahora acaba de darles la razón.

Un obsequio algo grande para el electricista de la casa

Entre las 271 obras, buena parte de ellas desconocidas para los historiadores de arte y por supuesto el público, están las obras que el pintor realizó entre 1900 y 1932, periodo de su consagración universal. Aparecen entre otras, nueve collages cubistas, seis óleos, 28 litografías, e inclusive dibujos absolutamente personales, como retratos de Olga y Fernande, sus musas creadoras.

La sentencia destina en principio a Claude Ruiz Picasso la protección de estos bienes recuperados en principio, pues cabe aún la posibilidad de recurrir la sentencia y de un nuevo proceso civil que dirima el asunto.

Mientras los abogados de la familia Picasso se mostraron conformes en principio con la decisión judicial, el representante de los ahora procesados dijo que “no hay intención de dar marcha atrás”, lo que implicaría aplicar el recurso a la sentencia. Sin embargo se abstuvo de confirmar esa especie antes de consultarlo con sus clientes, que “debido a su avanzada edad”, podrían optar por dejar las cosas como están y apuntar más a una liberación anticipada o a la excarcelación directa.

El electricista y su esposa afirmaron en todo momento que la última esposa de Picasso –Jacqueline- les regaló una caja que tuvieron durante cuatro décadas creyendo que no tenía nada de valor dentro. Al abrirla encontraron las obras sin firmar del artista y cuando quisieron autenticarlas, fueron denunciados por los herederos.