Israel decide entre un cuarto mandato para el Likud de Netanyahu ó los laboristas de Isaac Herzog

El primer ministro, que fue una de las primeras autoridades en votar, junto a su esposa en Jerusalén advirtió que “no habrá ningún Gobierno de unidad o coalición con el Partido Laborista”, aventando cualquier expectativa de los electores por la posibilidad de mantenerlo en el poder, pero que sus atribuciones fueran atemperadas por los opositores.

“Lo que habrá será un Gobierno de unión de fuerzas nacionales”, advirtió y señaló que se sumará a la coalición que encabeza al líder de “Hogar Judío”, el actual ministro de Economía Neftali Bennett, lo que es considerado por los observadores como un “guiño a la derecha” más pronunciado aún. Además intenta abarcar a todos los colonos de los asentamientos judíos, que no están dispuestos a disminuir su presión en los territorios “conquistados” de las fronteras.

En el cierre de encuestas sin embargo Netanyahu perdía

«Las opciones residen entre votar por el cambio y la esperanza o hacerlo por la desesperanza y el descontento», afirmó al salir de la mesa electoral donde había votado el candidato opositor Isaac Herzog, cuya coalición de la  Unión Sionista, la alianza del laborista Herzog y la exministra centrista Tzipi Livni, aventajaba al oficialismo en los últimos sondeos.

Un tercer político descollante en la instancia ha sido Ayman Oudeh, que logró sumar en su Lista Conjunta a los partidos árabes y se consolida como la tercera fuerza en el Parlamento. «Pido a todos que salgan y voten y que crean que es posible que la situación en Israel sea mejor, que nosotros, árabes y judíos, podemos crear un futuro mejor para nuestros hijos», exhortó.

Sin embargo las características del sistema hace que para conformar el Parlamento todavía se necesite hasta un mes de tiempo, ya que el partido más votado no es necesariamente el que forma el Ejecutivo, salvo que obtenga la mayoría absoluta, algo que no ha ocurrido nunca todavía desde la independencia de Israel, en 1948.