PESCADORES SIN CUENTO

Récord a la mayor pesca de río jamás registrada: una raya fluvial de Tailandia que pesó 320 kilos

La captura de la mayor especie viva de río jamás registrada –una raya gigante de Tailandia- concluyó bien para todas las partes: los pescadores, los científicos, y el animal que fue devuelto a las aguas, vivo y sin mayores daños aparentes.

Récord a la mayor pesca de río jamás registrada: una raya fluvial de Tailandia que pesó 320 kilos.

Los biólogos de la Universidad de Chulalongkorn, en Tailandia, y un equipo de National Geographic, lograron asistir a tiempo para la captura de una hembra de la “raya gigante Chaophraya” (Himantura chaophraya) que habita las aguas del río Mae Klong, en Amphawa, al oeste de Tailandia. Los pescadores fueron gratificados por su labor, y los científicos lograron durante varias horas analizar al animal que tenía casi cuatro metros y medio de longitud por dos metros y medio de ancho, además de pesar entre 330 y 360 quilos, según estimaron. Aun cuando se lograron los registros mejores posibles, los biólogos se rehusaron a intentar sacar el animal de las aguas, o a pesarlo directamente, ya que temían se produjera algún inconveniente de resistencia y el pez sufriera daños que nadie deseaba. También los científicos miraban con prevención, el gran aguijón venenoso que esta raya tiene en el final de su cola, que puede medir hasta 40 centímetros.

Luego de trabajar varias horas, acompañados por el periodista Jeff Corwin, que registró el tema para el programa de televisión de ABC “Ocean Mysteries”, el animal fue liberado.

Una variedad en peligro de extinción

El animal que ahora es comparado con otros registros existentes por el Guinness World Records, para establecer que no tenga competidores en su condición del mayor pez de agua dulce en el mundo –algo en principio confirmado- tampoco es un desconocido para los biólogos. Efectivamente según publica la sección científica del diario español La Vanguardia, esta raya ya era casi gigante, cuando fue capturada por vez primera en 2009; los científicos entonces le instalaron un radiotransmisor en el cuerpo y la volvieron al río. Ahora ha vuelto a ser capturada, y se estudian características que permitan su supervivencia en su hábitat que está en franco retroceso. La pesca indiscriminada, tanto para consumo de los locales, como también por la demanda mundial para acuarios y comercio, así como la industrialización y polución de los ríos tailandeses, están llevando al animal a un límite absoluto por la reducción del área de dispersión de la especie.

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