La foto del Che Guevara que Korda convirtió en la más famosa del mundo, cumple 55 años

La casi totalidad de las expresiones del arte, en sus más variados estilos, y todo lo que se comercializar el “merchandising” mundial han tenido en algún momento la toma donde Ernesto Guevara, con su tradicional boina que lleva la estrella comunista, parece mirar al infinito. Fue captada durante el entierro de las víctimas de la explosión de un buque fondeado en el puerto de La Habana. La foto permaneció durante años en el estudio del fotógrafo, hasta que el Che murió en Bolivia en 1967. A poco de ello, Korda le regaló la foto al editor italiano Giangiacomo Feltrinelli, para ilustrar un libro sobre el diario que el Che escribió durante los últimos meses en que encabezó la guerrilla boliviana. El editor del libro, recortó y rotó la fotografía, que cuando apareció publicada se convirtió casi de inmediato en icónica y superó por largo la popularidad del libro en que fue publicada. Para algunos se trata de la foto más reproducida en el mundo.

El fotógrafo jamás cobró derechos de autor por su foto

“Apoyo los ideales por los que murió Che Guevara, no me opongo a que reproduzcan su imagen quienes quieren propagar su memoria y la causa de la justicia social en el mundo, pero sí estoy en contra de la explotación de su imagen para la promoción de productos como el alcohol”, dijo Korda en la única oportunidad que reclamó por los derechos de autoría de su foto. Aunque reconocía que si hubiera cobrado un centavo por cada reproducción habría sido millonario, nunca lo planteó, salvo cuando una agencia de publicidad empleó la toma para publicitar una marca de vodka. Planteó un juicio que ganó y los 50.000 dólares que cobró por el fallo, los donó a la Salud Pública de Cuba.

Korda murió en 2001 y el negativo de la imagen salió a remate dos años después en Viena, donde la galería Westlicht, subastó el original bajo el  título “Guerrillero Heroico”, en una suma cercana a los 9.000 dólares. En el remate se subastó también otra foto icónica del Che –la que lo muestra fumando un habano, sin mirar al objetivo y con un aire de interrogante- del fotógrafo suizo Rene Burri que alcanzó los 6.400 dólares.