Avanza el mayor ataque contra Estado Islámico: luchan por Tikrit y yihadistas aceleran ejecuciones

La ofensiva que se inició en la madrugada del lunes tiene en las fuerzas terrestres una combinación de tropas regulares iraquíes y milicianos chiítas su mayor expresión e intenta recuperar los territorios al norte de Bagdad perdidos en manos de la yihad a mediados del año pasado. Las operaciones militares, implican sin embargo una postergación aparente en la recuperación de Mosul, el bastión más importante de cuántos tiene el EI, en el norte iraquí.

La Fuerza Aérea de Irak ha bombardeado intensamente las posiciones de la yihad, tras lo cual el avance de las unidades blindadas y de transporte ha sido vertiginoso, según afirmaron fuentes militares en Bagdad.

Los estrategas coinciden que para recuperar Mosul, es imprescindible tomar antes Tikrit, para lo que se estiman necesarios más de 25.000 hombres como base de la ofensiva. Los últimos reportes consignaban que fuerzas kurdas y disidentes sunitas también participan del ataque y ya combaten a las puertas de la ciudad. Hasta ahora los intentos previos de Irak para retomar el enclave han sido infructuosos. La televisión local “Al-Irquiya!, afirma que artillería pesada estaba hostigando duramente los suburbios y que los terroristas ya habían retrocedido y entregado algunas partes de la ciudad, pero la versión no pudo ser confirmada.

Los yihadistas toman dramáticas represalias

La red social Twitter de la yihad, publicó poco después de comenzado el ataque de las tropas del Gobierno, un video donde se ejecuta a cuatro miembros de una tribu suní, en Tikrit, con un tiro en la cabeza a cada uno, en represalia por el avance aliado y bajo la acusación de que eran colaboradores del régimen de Bagdad.

Se trata de la segunda masacre de suníes, después que en diciembre último el EI publicara otro video similar, en el que ejecutaba a 14 miembros de la tribu, por traición. Los militantes del EI, son en su mayoría suníes, enfrentados a los chiítas que están del lado gubernamental, pero algunos sectores de la tribu ha comenzado a perder confianza en el nuevo califato y cada vez más se pasan a las fuerzas de Bagdad.