Fidel recibe a “los Cinco” antiterroristas liberados por EE.UU y reflexiona sobre lo ocurrido

Fidel escribió de inmediato una carta del intercambio mantenido con los “Cinco Héroes” a los que Estados Unidos tuvo presos, en tres casos hasta 15 años, por un supuesto complot en marcha para arrojar bombas en La Florida. “Los Cinco Héroes antiterroristas, que nunca hicieron daño alguno a Estados Unidos, trataban de prevenir e impedir los actos terroristas contra nuestro pueblo, organizados por los órganos de inteligencia norteamericanos que la opinión mundial sobradamente conoce”, recordó Fidel, en parte de la carta que publica el diario habanero Granma.

La injusticia de pretender que la justicia estadounidense cumpla su deber

Conocidos en inglés como los “Miami Five”, los “Cinco Héroes” de Cuba, eran agentes cubanos infiltrados en los medios opositores a la Revolución, en Miami, cuya misión era recopilar información para prevenir atentados de los que se pudiera responsabilizar al gobierno de Fidel. Los cubanos lograron entregar al FBI, cientos de páginas y casettes de audio, sobre conversaciones entre terroristas centroamericanos y financistas que organizaban atentados que pensaban atribuir a los revolucionarios. Pero el FBI detuvo a los denunciantes, y no a los denunciados, y la justicia los procesó y condenó a cadena perpetua. Amnistía Internacional dijo que «durante el juicio no se presentó ninguna prueba que demostrase que los acusados realmente hubieran manejado o transmitido información clasificada».

Ahora, tras el encuentro en La Habana, Fidel apuntó que los cinco, “si estaban en Estados Unidos no era para hacer daño a ese país, o tomar venganza por los crímenes que allí se organizaban y abastecían de explosivos contra nuestro país. Tratar de impedirlos era absolutamente legítimo (…) Ninguno de los Cinco Héroes realizó sus tareas en busca de aplausos, premio o gloria. Recibieron sus honrosos títulos porque no lo buscaron. Ellos, sus esposas, sus padres, sus hijos, sus hermanos, y sus conciudadanos, tenemos el legítimo derecho a sentirnos orgullosos”. Fidel apuntó finalmente haber sido “feliz durante horas ayer. Escuché relatos maravillosos de heroísmo del grupo presidido por Gerardo y secundado por todos, incluido el pintor y poeta, al que conocí mientras construía una de sus obras en el aeródromo de Santiago de Cuba. ¿Y las esposas? ¿Los hijos e hijas? ¿Las hermanas y madres? ¿No los va a recibir también a ellos? ¡Pues también hay que celebrar el regreso y la alegría con la familia!”, puntualizó.