La OCDE advierte que los deberes domiciliarios a los niños aumentan la desigualdad escolar

El también llamado “club de los países ricos” (los miembros de la OCDE conforman el 70% del mercado mundial), ha señalado en su último boletín sobre coordinación de políticas sociales, que los deberes escolares tradicionales, están contribuyendo cada vez más a aumentar la brecha entre los alumnos de niveles económicos medio y alto, con los de familias de menores recursos.

“El número medio de horas que los estudiantes pasan realizando tareas u otros estudios domiciliarios tiende a no estar relacionado con el rendimiento. Lo que realmente afectan, son otros factores como la calidad de instrucción o la organización escolar”, dice el informe que detalla cómo cada vez más en los países del primer mundo, los alumnos cuyas familias pueden pagarles maestros particulares o asistentes de tareas, corren con ventaja frente a los demás, pese a que ello no significa que realmente comprendan del todo lo que hacen. “Los alumnos que tienen ayuda en sus casas, porque sus familias tienen un mayor nivel educativo o porque pueden pagar para que los ayuden, corren con ventaja y aumentan la brecha con sus pares”, puntualiza.

Francia regula deberes por ley, Finlandia compensa y España mira

La alarma saltó en España particularmente donde “El Periódico” destaca que no se ha tomado hasta el momento medida alguna al respecto de esta advertencia mientras que en otros países europeos se trabaja de tiempo atrás en la cuestión.

En Francia los deberes están regulados por Ley, y los alumnos que viven en hogares con problemas, son absorbidos de algún modo por el sistema en el entendido que tienen suficiente en sus casas como para también ocuparse de tareas que no llegarán a cumplir cabalmente. Finlandia, un país que ha sido tomado como modelo educativo, tiene de tiempo atrás programas de compensación para alumnos con dificultades en sus deberes.

La OCDE alerta que el asunto está empeorando y que si bien los maestros pueden optar por seguir con la tradición deberían tener más en cuenta que nunca que hay escolares que “pueden encontrar grandes dificultades para hacerlos si no disponen de un espacio relajado y ordenado para ello, si cuentan con otras responsabilidades familiares o, incluso, si los padres no se encuentran preparados para guiarlos o motivarlos en este proceso debido a obligaciones laborales o falta de recursos”.