Día Internacional del Juego Responsable: fecha ausente pero necesaria del calendario uruguayo
Desde 2008, Europa y Norteamérica conmemoran cada 17 de febrero el Día Internacional del Juego Responsable, con la idea de promover en las comunidades formas saludables de entender los juegos de azar, y divertirse en torno a las normativas vigentes.
Organizada en principio por la European Gaming and Betting Asociation (EGBA), la fecha ha ido ampliado rápidamente su circuito, alcanzando ya a países como Argentina y Chile, entre otros latinoamericanos, con distintos programas para la ocasión. Se trata básicamente de asesorar, contener e informar a los jugadores patológicos y a sus familias, apuntando a la creación por parte de los gobernantes de líneas telefónicas gratuitas de ayuda, y programas de autoexclusión que limitan el acceso a las salas de juego de personas que voluntariamente suscriben a la iniciativa.
La adicción a los juegos de azar de modo patológica no ha sido posible de cuantificar a nivel global, aunque sí es posible reconocer los síntomas del problema: la imposibilidad de establecer límites en el tiempo de juego, la no aceptación crónica de que es casi imposible ganar al azar, la inversión en juego del dinero destinado a otros fines, y la sustitución de aspectos de la vida por el juego, la búsqueda de recuperar lo perdido en el juego y el alivio de los problemas cotidianos en el mismo, son todos fenómenos que alertan sobre la existencia de ludopatías.
El fenómeno en Uruguay
Según lo publicado por los periodistas Pablo Alfano y Fabian Werner en Semanario Voces, una cada cien personas en Uruguay se ve afectada por la ludopatía (unas 30.000 personas), mientras casi el doble padecen problemas de “juego problemático”. El problema más destacado actualmente en la materia es la evolución tecnológica de las máquinas “y el bombardeo publicitario que incita a apostar sin políticas de juego responsable”.
Uruguay cuenta con un Centro de Atención a Ludópatas, que funciona en el Hospital de Clínicas. Los especialistas afirman que el perfil social y sicológico de los nuevos pacientes, apenas tiene algo que ver con los antiguos amantes de la “timba”, y obligó a atender el fenómeno desde 2009, cuando un convenio entre la Universidad de la República y la Dirección General de Casinos del Estado, permitió la apertura del centro de tratamiento. “El perfil del ludópata uruguayo ha cambiado en los últimos años. Se está alineando cada vez al perfil internacional debido a la globalización y a un cambio más violento en las formas de penetración que tiene el capitalismo en la psiquis de amplios sectores vulnerables de la sociedad”, explicó el médico psiquiatra Oscar Coll, director del centro que funciona en el primer piso del hospital universitario.
Compartí tu opinión con toda la comunidad