Fanático ateo mata a tiros a tres musulmanes en disputa por un lugar en el estacionamiento

Craig Stephen Hicks, se declaró confeso de las muertes de Deah Shaddy Barakat, de 23 años; su esposa, Yusor Mohammed, de 21, y su hermana, Razan Mohammed Abu-Salha, de 19 años, todos estudiantes universitarios, como consecuencia de una discusión por el estacionamiento de autos. Sin embargo, tampoco se descarta un trasfondo religioso en la cuestión: el padre de las jóvenes asesinadas –Mohamed Abu-Sahla- dijo el hombre había estado molestando a sus hijas de tiempo atrás en razón de sus creencias religiosas.

El homicida, que permanece detenido, “colabora en la investigación” dijo la policía, que reconoció al individuo como el mismo que es muy conocido en las redes sociales por sus fuertes mensajes contra todas las religiones, particularmente en Facebook.

Para la esposa “la fe no tuvo nada que ver”

La mujer del acusado se mostro “estupefacta” por lo ocurrido y dio sus condolencias a los familiares de las víctimas, asegurando que pese a las afirmaciones de su esposo, “estoy segura que la religión o la fe no tuvo nada que ver en este asunto”.

También el abogado del detenido dijo que el hecho de la religión musulmana de las fallecidas nada tiene que ver, y apuntó en declaraciones a la prensa a la “importancia de acceso a los servicios de salud mental” para la población en general. El comentario abre la interrogante si la defensa, alegará en el juicio que el homicida sufría alguna patología siquiátrica en el momento de los luctuosos sucesos.

Mientras tanto, cientos de estudiantes de la Universidad estatal de Carolina del Norte, cumplieron una vigilia nocturna en el campus de la casa de estudios, por los estudiantes muertos. La Universidad emitió un comunicado solidarizándose con la familia y apuntando distintas instancias de la acción policial durante el suceso.

Desde las comunidades islámicas en EE.UU., Nihad Awad, director del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas pidió que “con base a la naturaleza brutal de este delito, las últimas declaraciones anti-religiosas del presunto autor, el atuendo religioso de dos de las víctimas, y la creciente retórica anti-musulmana en la sociedad estadounidense, instamos a las autoridades policiales estatales y federales a abordar rápidamente la especulación de un posible motivo o sesgo en este caso”.