Fidel recibe al brasileño Frei Betto aventando los comentarios agoreros sobre su salud
Con la mira puesta en la realidad cubana e internacional, Fidel Castro recibió al intelectual brasileño Frei Betto, que viene de desarrollar una intensa campaña de conferencia en la isla.
“La entrevista se desarrolló en un clima afectuoso, característico de las amplias y fraternales relaciones existentes entre Fidel y Betto”, explica la edición de Granma, destacando que Frei analizó con Fidel aspectos de la entrevista que mantuvo con el papa Francisco el año anterior.
El fraile dominico se ha caracterizado por su contribución a la causa empeñada por el nuevo pontífice, y que finalmente se hiciera realidad, para que Cuba y Estados Unidos reanudaran sus relaciones diplomáticas.
El teólogo de la liberación había destacado ya el reconocimiento de Obama de que “el aislamiento no funcionó”, al tiempo de saludar el retorno a La Habana de Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labañino.
“El bloqueo impuesto a Cuba, desafiando todas las leyes internacionales, no consiguió debilitar la autodeterminación de Cuba después de la caída del muro de Berlín”, había dicho el fraile a Prensa Latina, enfatizando las demoras de la Casa Blanca para admitir que el mundo no funciona acorde a sus deseos. Para reconocer a la Unión Soviética demoró 16 años, 20 para reconocer a Vietnam, 30 a la República Popular China, y 53 a la libre determinación cubana.
Betto planteó necesidad de “reinventarnos el futuro”
Frei Betto viene de participar en el XIV Congreso Internacional de Pedagogía, desarrollado en La Habana, donde convocó a la necesidad de “reinventarnos el futuro, como tarea de la educación”.
El teólogo, que dedicó su conferencia a los Cinco Héroes Cubanos y a Leonela Relis, creadora del modelo de alfabetización “Yo sí puedo” y recientemente fallecida, analizó la construcción de la escuela en función de las necesidades contemporáneas.
“A semejanza de la política y la religión, la educación sirve para liberar o alienar; despertar protagonismo o favorecer el conformismo; propiciar en los educandos una visión crítica o legitimar el status quo, como si fuera insuperable e inmutable; promover una praxis transformadora o sacralizar el sistema de dominación”, dijo el autor de Fidel y la Religión, según detalla Granma.
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