El gobierno de Barack Obama ha sido el más explícito, y sin temor a cometer una injerencia en asuntos ajenos, pidió “una investigación completa e imparcial”. Por si fuera poco se adelanta que congresistas estadounidense se aprestan a viajar a Argentina para evaluar la situación vinculada al tema.

Francia ha sido otra potencia que admitió a través de su embajador en Buenos Aires, que hay “conmoción” en su país por el suceso, y dijo que las consultas con el Gobierno se han intensificado.

Desde el Gobierno de Brasil se mantiene distancia en cuanto a hacer declaraciones, pero se entiende que el tema “es seguido con interés en el máximo nivel del gobierno”, según publica el diario La Nación de Buenos Aires.

Israel también ha experimentado consecuencias directas del asunto, más allá del tema de la AMIA, después que el periodista argentina Damián Pachter, el primero en dar la noticia sobre la muerte de Nisman, buscó refugio en Israel, después que dijo temer por su vida y haber sido perseguido desde que reveló la información.

En Chile, parlamentarios demócratas cristianos, pidieron al gobierno trasandino que se expida sobre el tema buscando que el gobierno argentino “dé garantías” sobre la investigación.

Ahora las sospechas recaen sobre los custodios ausentes

La fiscal Viviana Fein, podría citar en la jornada al ayudante del fiscal fallecido, Diego Lagomarsino, que le entregó a Nisman la pistola que lo mató, y podría cambiar su condición de testimonial a indagatoria. El haber entregado sin más un arma al fiscal constituye un delito por el que debe responder, en principio. Según la versión que maneja Página 12, Lagomarsino podría haber estado operando como enlace de Inteligencia, con un trabajo que no quiere revelar a la Justicia. La última versión dice que Nisman pidió el arma a su ayudante porque un ex agente de Inteligencia –Stiuso- le dijo que cuidara más a sus hijas.

Mientras tanto los interrogatorios habrían revelado “fuertes contradicciones” entre los custodios de Nisman, según titula el diario Clarín de Buenos Aires.

Según sus declaraciones hay diferencias de hasta dos horas y media sobre el momento en que fueron a golpear a la puerta del apartamento del fallecido, que no contestaba al teléfono. También habría discordancias acerca del lugar en que se encontraba el patrullero de la custodia. Los custodios están todos sumariados por orden de la Presidencia de la Nación.

Nisman habría pedido el día de su muerte, dos patrulleros para cuidaran su casa, pero aún cuando llegaron a la hora prevista –las 11 de la mañana- al no bajar del apartamento el fiscal, ni responder a los llamados telefónicos, esperaron hasta las 17 horas, para cuando la secretaria de Nisman, les ordenó subir a tocar timbre. Como no respondió se multiplicaron las diligencias, pero recién el apartamento sería abierto entrada la noche.