EN CHILE

Reabren caso de la muerte del poeta Pablo Neruda que habría sido envenenado en la dictadura

La Justicia de Chile ordenó la realización de nuevas pericias en los restos mortales del Nobel de Literatura, Pablo Neruda, que se sospecha murió envenenado, días después del golpe de Estado que encabezó Augusto Pinochet en la nación trasandina.

Imagen de Pablo Neruda visitando la Unión Soviética, en Agosto de 1950 / Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile
Imagen de Pablo Neruda visitando la Unión Soviética, en Agosto de 1950 / Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile

Si bien el tema parecía haberse dado por laudado, los investigadores consideran que las pruebas concretas sobre la presencia de algún veneno en el cuerpo del poeta, podían haber desaparecido, desde el fallecimiento en 1973 y las pericias realizadas a los restos en 2013.

“Efectivamente, vamos a concretar este segundo peritaje, que tiene por objeto establecer si hubo daño celular o daño en las proteínas, producto de un agente que hoy día no esté ya presente en los restos de Neruda”, dijo el abogado del Ministerio del Interior, Rodrigo Lledó, a la Televisión Nacional de Chile.

El abogado insistió en la posibilidad “marcada” que con el paso de los años el veneno que se podía haber usado para matar al poeta, hubiera ya desaparecido. “No estamos buscando ya el veneno sino el daño, el tipo de daño que podría haber ocasionado algún tipo de veneno o agente químico o biológico o radiológico en los restos de Neruda”, explicó

La versión oficial, la denuncia, la investigación

Pablo Neruda murió el 23 de septiembre de 1973, apenas pocos meses después de haber renunciado por razones de salud a su cargo como embajador en Francia. El 11 de septiembre se produjo el golpe militar de Pinochet y el 19 del mismo mes, Neruda fue trasladado de su casa en Isla Negra, a la Clínica Santa María en Santiago, donde falleció cuatro días después. Oficialmente murió de un agravamiento en el cáncer de próstata que le aquejaba de tiempo atrás.

Sin embargo, el ayudante y chofer del poeta, Manuel Araya, denunció en 2011, que durante la internación un médico le había aplicado una extraña inyección en el pecho y horas después, Neruda murió.

La Fundación Pablo Neruda negó la veracidad del hecho, pero el Partido Comunista –al que Pablo era afiliado- pidió la exhumación de los restos para comprobar los hechos.

Eb 2013, un equipo de forenses declaró no tener suficientes pruebas de que Neruda hubiera sido envenenado, pero el juez de la investigación, Mario Carroza, dijo que no podía dictar sentencia sobre si “el mayor poeta de siglo XX” había sido o no, asesinado.

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