ARGENTINA CONMOVIDA

Hacen pública acusación que el fiscal Nisman preparaba contra Cristina Kirchner y aumentan dudas del “suicidio”

Las 289 páginas que el fiscal Alberto Nisman, encontrado muerto en su apartamento de Puerto Madero, redactó para acusar a la cúpula del gobierno argentino de connivencia con Irán para laudar el atentado contra la AMIA, fue hecho público por el juez federal Ariel Lijo. Hasta ahora los documentos habían sido secretos, y aparecen basados en escuchas telefónicas de terceros, que refieren al encubrimiento de los iraníes acusados por la masacre en la AMIA.

Oficiales de la policía metropolitana descargan documentos incautados en la residencia del fiscal Nisman, que hoy se hicieron públicos.
Oficiales de la policía metropolitana descargan documentos incautados en la residencia del fiscal Nisman, que hoy se hicieron públicos.

En el documento, Nisman asegura que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, emitió “una expresa directiva” para que se llevara adelante “un plan de encubrimiento” para dar impunidad a los iraníes acusados por la masacre contra la filial judía. La Secretaría de Inteligencia argentina, deslindó responsabilidades y negó que uno de los alias que aparece denunciado como espía, haya colaborado con esa oficina.

En las denuncias, basadas en grabaciones telefónicas, aparecen múltiples alias, referencias, y también nombres propios, todo lo que deberá ser indagado ahora por el nuevo fiscal, que ha pedido desgrabar los casi 1.000 CDs, donde están almacenadas las conversaciones.

Las crecientes dudas sobre el suicidio

Las circunstancias que rodean la muerte del fiscal abren nuevas dudas sobre la hipótesis de autoeliminación, tomada desde un primer momento como cierta a nivel del gobierno.

Ahora se sabe que el secretario de Seguridad, Sergio Berni, ingresó al departamento de Nisman antes que el juez y que a fiscal, “para que nadie tocara nada”, según argumentó. Solamente le acompañaba personal a su mando.

El fiscal no dejó ninguna nota sobre el suicidio, pero había sí una misiva “dirigida a la empleada doméstica, donde le indicaba compras para el lunes”, según afirmó el ex presidente de la DAIA, Jorge Kirszenbaum, que llegó junto a la fiscal, en declaraciones al diario Clarín.

El arma que pidió prestada, y que terminó con su vida, pese a tener dos de su propiedad en el lugar, es otro misterio. El empleado al que se la pidió dijo que Nisman se la pidió “para defenderse”.

Los diez hombres que custodiaban al fiscal, no estaban ni en la puerta del apartamento, ni tampoco en la del edificio: el sábado lo dejaron solo y quedaron de reencontrarse el domingo a las 11:30 en el lugar.

En las últimas horas se supo que las pericias buscando restos de pólvora en la mano de Nisman –como tienen todos quienes disparan un arma- dieron negativas. No obstante se reconoce que las armas calibre 22 cuando se disparan, pueden no dejar ese rastro.

Tampoco el análisis de la sicología del fiscal permite detectar cuadros sicopáticos o depresivos, propios del suicida. Por último su esposa y madre de sus dos hijas, la jueza Sandra Arroyo Salgado, que retornó urgente de Europa, dijo que no creía en la hipótesis del suicidio, aunque como profesional de la Justicia se negó a hacer ningún tipo de especulación. “Hay una investigación en curso, respetemos y dejemos que actúe la Justicia”, puntualizó.

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