El cuerpo del fiscal apareció en el baño de la vivienda, con un balazo en la cabeza de un arma de pequeño calibre y en el escritorio estaban todavía los documentos que iba a presentar hoy ante la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados.

La hipótesis del suicidio era la más manejada en medio de un fuerte hermetismo oficial. La fiscal Viviana Fein, reconoció no obstante al llegar al lugar que se había hallado un arma, pero se limitó a pedir “cautela” con la información. “En los próximos días sabremos las causas de la muerte. No voy a aventurar ninguna hipótesis”, concluyó. El fiscal Nisman tenía 51 años y era padre de dos hijas.

El fallecido llevaba adelante la imputación contra la presidenta y el canciller Héctor Timerman, además de otras altas figuras de gobierno, alegando poder probar que se había encubierto a los iraníes acusados del atentado a la AMIA, a cambio de prebendas económicas, basadas en la compraventa de petróleo y granos.

El tema se convirtió en el principal de los últimos días en la agenda política argentina: mientras la oposición desafiaba a la Casa Rosada, la presidenta y el canciller hablaron varias veces del tema, alegando absoluta inocencia. El legislativo argentino se encuentra de receso, que iba a ser levantado especialmente para una sesión abierta al público donde se recibirían las pruebas y los diputados contrapondrían argumentos sobre el asunto.

El caso de la AMIA: un lastre de consecuencias sin fin

El fiscal Nisman debía en la jornada presentar ante los diputados, pruebas que demostraran como el Gobierno argentino, había acordado con el régimen de Teherán, el levantamiento de las “alertas rojas” de Interpol, contra los iraníes acusados del atentado a la sede de la AMIA.

El 18 de julio de 1994, una explosión en la filial judía, ubicada en pleno centro porteño, en la calle Pasteur 633, dejó un saldo de 85 muertos y 200 heridos. Durante una década el juez Juan José Galeano se ocupó del asunto, pero finalmente fue destituido por la Magistratura que lo acusó de mal desempeño. Le sucedió el juez Rodolfo Canicoba Corral, actualmente en esa labor.

Interpol tenía en su lista de más buscados, a varios imputados en las investigaciones judiciales, algunos figuras prominentes del gobierno de Irán, pero esa “alerta roja” para capturarlos habría caído a instancias de las más altas autoridades argentinas. Este punto es harto rebatido por el Gobierno de Cristina Kirchner.

El punto de mira para definir ese levantamiento de la “alerta roja”, es un acuerdo firmado entre Argentina e Irán en referencia al caso AMIA, en cuyo inciso siete se afirma, que el “acuerdo, luego de ser firmado, será remitido conjuntamente por ambos cancilleres al secretario general de Interpol en cumplimiento a requisitos exigidos por Interpol con relación a este caso”, lo que para muchos significó el cese de la búsqueda prioritaria de los acusados. Sin embargo el secretario general de Interpol, cuando se firmó el documento, Ronald Noble, dijo que Timerman le había aclarado que el pacto no implicaba suspender los pedidos de captura.

Hasta allí las pruebas que el fiscal se sabe presentaría en la jornada. A menos que tuviera otras, de las cuales nada se sabe en principio.

Video: Fiscal Nisman en el programa «A dos voces».

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