Piden usar campo de concentración nazi para alojar oleadas de inmigrantes
“No hay más lugar, en ningún lado”, han sentenciado las autoridades de la ciudad de Schwerte, en Alemania, que sufren la imposibilidad de alojar las oleadas de inmigrantes, particularmente sirios, que llegan a la región, y los han obligado a una decisión drástica antes que la nieve los mate. Han pedido al gobierno central que les autorice a emplear un edificio que las SS utilizaron en el campo de concentración de Buchenwald, para alojar a los que no tienen cobijo alguno, antes que el frío haga estragos.
Aunque Alemania ha reciclado algunas edificaciones nazis de la Segunda Guerra, como el Ministerio de la Luftwaffen, o el Estadio Olímpico berlinés, hasta ahora nadie se atrevió a meterse con los campos de concentración, lugares cuya memoria evoca lo peor del ser humano y que se ha preferido mantener en un segundo plano casi sin tocar nada.
La decisión entre la memoria de la ignominia y la tragedia en ciernes
La gente está viviendo totalmente hacinada en los asilos y refugios alemanes, afirma la prensa local refiriendo a las oleadas de iraquíes y sirios principalmente que han cruzado las fronteras germanas y pedido asilo.
El invierno ha caído sobre Europa, y los alemanes no son ajenos a ello. Sin lugar de albergue alguno, la propuesta apunta a utilizar solamente una parte del campo de concentración –donde eran alojados veteranos alemanes lisiados- que no el total del área de trágica memoria, donde uno de cada tres confinados perdió la vida.
Las autoridades han pedido albergar en principio a 21 personas y defienden su propuesta alegando que no hay datos que avalen que las SS hayan usado el área escogida, sino que solamente se trató allí a soldados alemanes lisiados en la guerra.
La directora del “Centro de Documentación sobre trabajo forzado nazi”, Christine Glauning, adelantó que se opondrá a la iniciativa. “Este no es un lugar cualquiera, no es un lugar normal: es un sitio de explotación, opresión y violencia sin límite”, dijo en declaraciones que recoge la revista alemana “Spiegel”.
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