Ciudadanos de Europa desatan ola de denuncias y falsas alarmas atemorizados por la posibilidad de nuevos atentados

Paris y Francia son solamente una referencia, pero en todas las estaciones de buses y trenes del continente, cualquier paquete olvidado, constituye motivo de alarma general y arribo de dotaciones antibomba, ya que nadie se atreve a aproximarse siquiera a un envoltorio desconocido. Los vecinos de musulmanes que aún mantienen sus vestimentas y cultura tradicionales, no dejan de importunar a la policía seguros ahora que los hasta ayer aceptados a regañadientes islámicos, son ahora una amenaza más a sus vidas. Una caja de zapatos viejos, abandonada en una estación de Metro de Madrid, dejó durante más de dos horas el servicio sin operar en todo un tramo, hasta que se descubrió lo que había en el envoltorio.

Las encuestas reveladoras y el camino hacia un plan continental

Las encuestas de última hora en países aliados a Francia –y a Estados Unidos- en su lucha contra el Estado Islámico, muestran que el 49% de los alemanes, tiene miedo que en cualquier momento haya un atentado terrorista en el país. Otro sondeo efectuado en Italia –ordenado por la Radio y Televisión italianas, RAI- mostró que el 62% de los entrevistados tiene la convicción que el país está en la mira de las bombas de los yihadistas.

Españoles y portugueses también temen y casi la mitad de los consultados, en distintas entrevistas masivas, muestran temor de un atentado en el corto plazo.

Las autoridades tratan infructuosamente de contener la ansiedad de la población y todo apunta que no demorará mucho en que los gobernantes deban aceptar la conformación de un bloque antiterrorista común para toda Europa. Ello, si bien no parece significar demasiada garantías, apunta por lo alto a que la gente vuelva a creer que con una dispersión de elementos continentales comunes, será posible evitar que “lobos solitarios” sigan matando a los vecinos.

El plan europeo para frenar la amenaza yihadista está a la orden del día y los Servicios de Inteligencia, dispuestos a hacer lo posible para que ello se consolide, una garantía de que habrá mejores salarios, recompensas y más aportes para las fuerzas que deben enfrentar el mal.