CAMBIO DE BANCAS

Los republicanos dominan desde este martes todo el Congreso en EE.UU. con el peor índice de aceptación en casi un siglo

Desde 2006 que los republicanos no controlaban las dos cámaras legislativas estadounidense, pero las elecciones de noviembre último cambiaron la relación de fuerzas y el partido más conservador del país, ahora domina el ajedrez político de autorizaciones para la casi totalidad de las actividades de la potencia.

Según las últimas encuestas, más de la mitad de los votantes  no aprueba la gestión de Obama, pero ello es nimio si se tiene en cuenta similar relevamiento sobre el Congreso.
Según las últimas encuestas, más de la mitad de los votantes no aprueba la gestión de Obama, pero ello es nimio si se tiene en cuenta similar relevamiento sobre el Congreso.

Los republicanos asumen este martes en 54 escaños del Senado, ante 44 del Partido Demócrata, mientras que en la Cámara de Representantes, serán 246 escaños los que tengan, contra 188 para los demócratas. Además hay dos senadores independientes en la Cámara Alta, cuyo voto suele favorecer a los demócratas, pero no resultan suficientes para alterar el panorama.

Como dato novedoso, asume el legislativo con mayor participación femenina de la historia norteamericana: habrá 104 legisladores, cuatro más que en la anterior legislatura. También es el legislativo con más latinos en la historia: 29 hispanos en la Cámara Baja y tres en la Cámara Alta.

Las perspectivas para Obama y las consecuencias más visibles

El presidente Obama debe ahora enfrentar para la segunda parte de su mandato a un Congreso que le será adverso en la totalidad de sus programas renovadores, y a lo sumo concentirá en votarle aquellos que permitan sacar rédito a los bandos más conservadores del país.

Los republicanos intentarán que su agenda sea la que domine el plano político en toda cuestión, y serán capaces de condicionar cualquier iniciativa del Poder Ejecutivo. Sin embargo las propuestas de esa agenda pueden ser objetadas, e incluso vetadas por el primer mandatario, que priorizará seguir adelante con la suya. Como contrapartida, si Obama no atiende los requerimientos de los republicanos, éstos pueden dejarlo sin fondos con su voto, a la hora de solicitar recursos para distintos emprendimientos presidenciales.

La situación de los poderes estatales estadounidenses tampoco es la mejor de cara al electorado: según las últimas encuestas, más de la mitad de los votantes  no aprueba la gestión de Obama, pero ello es nimio si se tiene en cuenta similar relevamiento sobre el Congreso. Para el 78% de los estadounidenses, los congresistas no se ganan el sueldo que disfrutan con el trabajo que hacen, y solamente el 13,8% aprueba la labor de los legisladores. Casi el 65% de los norteamericanos cree que el país está cada vez peor orientado.

La legislatura de 2013 a 2015, ha sido la que menos leyes generó y aprobó desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

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