LITERATURA

Obras inéditas del poeta suicida Xu Lizhi, que ensamblaba iPhone´s, conmueven a China

Xu Lizhi, el poeta suicida de China, puede pasar por desconocido en Occidente, pero sus versos conmueven a una sociedad que se precia de fabricar todos los electrónicos del planeta, pero en cuyas líneas de ensamblado los obreros se suicidan cada vez más: entre ellos el poeta.

Obras inéditas del poeta suicida Xu Lizhi, que ensamblaba iPhone´s, conmueven a China

“La juventud se detuvo en las máquinas, murió antes de tiempo”, dice en sus versos inéditos el poeta que se suicidó a los 24 años, tirándose desde la ventana de su dormitorio, en la ciudad-habitación en Shenzhen, donde vivía. La ciudad industrial tiene como empresa central a Foxconn, el gigante taiwanés que ensambla para multinacionales: iPhone, iPad, Xbox, Blackberry y Playstation, entre otros insumos tecnológicos.

Con 800.000 empleados, su línea de montaje es la mayor de China, y los empleados deben trabajar centenas de horas semanales para lograr mantener sus puestos, en condiciones que han generado decenas de suicidios en los últimos años.

El jovencito que buscó nuevos horizontes, les escribió y lo mataron

“Taller, línea de ensamblaje, máquina, tarjeta de fichar, horas extra, salario./ Me han entrenado para ser dócil./ No sé gritar o rebelarme,/ cómo quejarme o denunciar,/ sólo cómo sufrir silenciosamente el agotamiento”, dice en sus versos el poeta, nacido en la provincia de Cantón y que emigró en busca de nuevos horizontes. Huérfano desde pequeño, en 2011 había conseguido empleo en Foxconn, pero el cambio de vida rural a la línea de montaje, arruinó sus esperanzas. Intentó otros trabajos, pero no tuvo suerte y debió volver a la planta. “Soy como un muerto/ que abre lentamente la tapa del ataúd”, escribió en su último poema, al que tituló “En mi lecho de muerte” apenas horas después de tener que regresar a la línea de montaje, tras un nuevo desencuentro con una posibilidad fuera de la fábrica.

“Quiero tocar el cielo, sentir ese azul tan ligero/ pero no puedo hacerlo, así que dejaré este mundo./ Todos los que han oído de mí/ no se sorprenderán de mi marcha”, escribió por último antes de lanzarse al vacío, según publica el diario Shenzhen Evening News.

Los chinos se han conmovido con la historia, mientras la empresa anunció que ha tomado medidas preventivas –como la contratación de servicios de psicólogos para que la gente resista la agobiante tarea- aunque todo indica que a lo más, colocarán rejas en las ventanas, indica el mismo periódico.

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