Doodle de Google recuerda primera edición de “Platero y yo” del 12 de diciembre de 1914
La primera edición de la inmortal obra de Juan Ramón Jiménez “Platero y yo” se conoció un 12 de diciembre de 1914: desde entonces se ha convertido en una de las obras más leídas de la literatura universal y el doodle conmemora su primer centenario.
“Es pequeño, peludo y suave” puede parecer una simple descripción de cualquier cosa, pero quien haya leído al menos una vez la obra, identificará para siempre esa asociación con Platero, sin lugar a dudas el burro más famoso de la literatura universal.
El homenaje al centenario de “Platero y yo”, es absolutamente de rigor, por cuanto la obra es referente de estudios, tanto escolares como secundarios, del mismo modo en España como en Iberoamérica, además de en naciones con múltiples idiomas en todo el mundo.
Considerado un ejemplo de la prosa poética modernista, y dedicado por Juan Ramón Jiménez “A la memoria de Aguedilla”, la relación entre el hombre y el burrito, donde desde la alegría, al agradecimiento, de la exaltación a la máxima pena, muchos de los más fuertes sentimientos humanos confluyen en el vínculo.
El tercer libro más traducido tras la Biblia y el Quijote
Platero y yo, constituye además uno de los éxitos literarios más destacados del siglo XX: la obra ha sido la más traducida después de la Biblia y Don Quijote de la Mancha.
Curiosamente la obra jamás llegó a agradar del todo a su autor; Jiménez la reescribió en distintas ediciones intentando purificar el estilo, pero el original, ha sido sin dudas el que mayor éxito tuvo siempre. El estilo harto transparente y más que sencillo ha logrado conquistar generación tras generación, pese a que hasta su fallecimiento en San Juan de Puerto Rico, en 1958, el poeta –que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1956- intentó mejorar esa narración lírica.
“Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro”, son los versos que han conmovido la literatura hispana para siempre y es que un modo u otro, como escribió Jiménez tras la muerte del borrico: “Platero, ¿tu nos ves, verdad?”.
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