EN BRUSELAS

Alianza contra Estado Islámico: 1.000 ataques aéreos fueron insuficientes y aprobarán desplegar tropas

Los 59 países que integran la coalición liderada por Estados Unidos para acabar con el Estado Islámico (EI), se reunieron en Bruselas para establecer el futuro de la estrategia, al conocerse que se cumplieron ya 1.000 ataques aéreos, pero la amenaza sigue en curso.

“Hemos hecho progresos significativos, pero queda más trabajo por hacer. Somos mucho más que una coalición militar, y no tendremos éxito si sólo tomamos medidas militares”, dijo el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en referencia a otras formas de ataque contra el EI, de las que se ufanó, pero sobre las que no todos compartieron similar optimismo. Los cierres de banca y acceso a financiación, el corte de rutas para nuevos combatientes que se quieren sumar al EI, apoyo a Siria e Irak con inteligencia estadounidense, y la propaganda antiterrorista, fueron destacadas por Kerry, pero con ello no convenció a muchos interlocutores.

Las cosas por su nombre: habrá que desembarcar tropas

El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo fue el más contundente de los oradores de la jornada: “No hay la menor duda de que esto requiere botas sobre el terreno. El bombardeo aéreo no va a acabar el conflicto. Sin tropa no hay solución”, enfatizó en declaraciones que recoge el diario El País de Madrid.

La declaración contó con el apoyo de varios ministros de Estado de países de la OTAN y también de aliados circunstanciales, aunque nadie se avino a establecer quién debe poner los soldados. Nadie parece dispuesto a correr los riesgos políticos internos y de protestas de la población poniendo conciudadanos pelear en Siria e Irak, después de las lamentables experiencias en esa materia de los aliados en la anterior invasión contra los iraquíes. Los representantes apuntaron que lo mejor es que los iraquíes y los kurdos, sean los que pongan las tropas, y que EE.UU. y la Comunidad Europea, colaboren con respaldo táctico.

Otro punto en que aún con acuerdo verbal no hay coincidencia de fondo, es el rol a dar al jefe de Estado sirio, Bachar el Asad, que aún cuando es enemigo de EE.UU., se reconoce su importancia y conocimiento del asunto, por vivirlo en carne propia. “No se acaba con el terrorismo con ataques aéreos. Son indispensables fuerzas terrestres que conozcan además el lugar en el que operan”, dijo el Asad en una reciente entrevista a Paris Match.

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