Arizona: otro afrodescendiente desarmado muerto a tiros por policía blanco
Mientras las manifestaciones por la muerte de Michael Brown, en Missoury, y contra la liberación del agente que mató a Eric Garner, en Nueva York, se multiplican, la muerte de un nuevo joven afrodescendiente desarmado, a manos de un policía blanco, poner en jaque el orden interno de Estados Unidos.
Las primeras manifestaciones en Phoneix, Arizona, cobraron forma en la noche del jueves, después que un agente que la policía no ha querido identificar, mató a Rumain Brisbon, que vendía drogas al menudeo en la calle, cuando se negó a ser arrestado.
Centenares de manifestantes bloqueaban las calles en Phoenix, mientras otros marchaban frente a la jefatura de policía, después que Brisbon, de 34 años, fue acribillado a tiros, por un agente que afirmó haber creído que el ahora muerto, tenía un arma en el bolsillo.
El departamento de Policía acató la orden ejecutiva del presidente Obama, para ser “transparente” con la información, pero al hacerlo, la gente se enardeció aún más ya que consideró –como rezan los carteles en las protestas- que ahora “los polis blancos fueron demasiado lejos”. Los vecinos de Phoenix se concentraron en el céntrico Civic Space Park, exigiendo responsabilidades, principalmente la del que mató al hombre, y reclaman saber su nombre, si es que efectivamente se va a cumplir con la “transparencia” que ordenó el gobierno en Washington. El jefe de Policía dijo que seguirá estudiando el asunto antes de tomar una decisión precipitada: hasta ahora solo se sabe que el agente tiene 30 años y hace siete que revista en la policía.
Los detalles del caso intranquilizaron aún más a los afrodescendientes
El comunicado oficial dice que el ahora fallecido, estaba vendiendo drogas en un coche en la calle, cuando la policía le dio orden de alto. Brisbon corrió a un edificio cercano, pero un agente lo siguió y alcanzó, hubo un forcejeo, el inculpado metió una mano en el bolsillo del pantalón y el policía –creyendo sacaría un arma- le disparó dos veces.
Cayó muerto y cuando lo revisaron solamente tenía un frasco con un opioide para el dolor (oxycodone); en el auto donde vendía droga, encontraron marihuana. Apareció también un rifle semiautomático. Brisbon tenía antecedentes por robo y asalto.
La abogada del muerto –Marci Kratter- adelantó que tiene versiones de testigos, insistiendo que los hechos no ocurrieron como dice el comunicado policial, aunque de momento se abstuvo de más detalles.
Ahora desde la costa este al Pacífico se teme por una revuelta de las minorías negras en todo el país, que venían protestando por la discriminación ya para nada solapada, con que la policía actúa contra los afrodescendientes en los procedimientos prácticamente en cualquier estado.
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