BIENES GANANCIALES

Fallo judicial le da mil millones de dólares para divorciarse, pero lo apela por ser “poco”

Un tribunal de Oklahoma, Estados Unidos, falló que la ex esposa del multimillonario petrolero Harold Hamm, debe recibir unos 1.000 millones de dólares por el divorcio de la pareja, pero la mujer anunció que apelará la sentencia “porque es poco”.

Sue Ann Hamm, de 58 años, ha estado casada durante 26 años con el magnate del petróleo, con quien tiene dos hijos, y no tenían acuerdo de separación de bienes prenupcial. La ex esposa, que es abogada y economista, ocupó los puestos ejecutivos más altos en la compañía de su marido – la Continental Resources (CLR)- creada por Harold desde sus inicios, en tanto el hombre es uno de los pioneros en los campos petrolíferos de Bakken, en Dakota del Norte.

La empresa “que nació de cero”, debió sortear escollos titánicos para lograr convertirse finalmente en una de las más importantes del ramo en la región y dotó a su dueño de ingentes ganancias, cuyos dividendos siguen en aumento.

La “decepción” por un acuerdo que le reportaría US$7 millones cada mes

“Sue Ann está decepcionada por el fallo que el tribunal ha tenido en este caso”, afirmó el abogado de la ex esposa, Ron Barber. “Mi clienta, dedicó 25 años de su vida a ser la fiel compañera de Harold, tanto en la familia como en los negocios”, puntualizó ratificando la idea de Sue para hacer una apelación a la sentencia económica.

El acuerdo ofrecido por el ex marido consiste en que antes de terminar el presente 2014, se le paguen a Sue, unos 300 millones de dólares, como parte de los 995,5 millones que entiende es la suma total. Los 650 millones de dólares restantes se pagarían, en cuotas de unos 7 millones de dólares mensuales hasta saldar el total.

El equipo de abogados de la mujer insiste en que la parte más dura del trabajo en la compañía estuvo a cargo de su clienta, pero parece haberles resultado imposible demostrar que el multimillonario no habría llegado a serlo, salvo por su esposa.

Por su parte la defensa del petrolero, asegura que la riqueza del hombre no es posible de establecer en cifras contantes y sonantes, ya que depende de los precios internacionales del petróleo, y por ende las alzas y caídas no permiten determinar que ocurrirá en el futuro con tamaña empresa.

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