Obama legalizará 5 millones de inmigrantes indocumentados antes de diciembre enfrentando desafío republicano

El presidente de EE.UU. se dispone a “permitir que millones de inmigrantes se queden, ignorando las protestas republicanas”, afirma en su edición de este viernes la portada de The New York Times.

Según el diario Obama está dispuesto a aplicar “su poder de autoridad ejecutiva” para la reforma en las normas sobre inmigrantes, que evitarán la deportación, refocalizando la tarea de los 12.000 agentes de Inmigración encargados de detener ilegales, otorgando además millones de permisos de trabajo.

La cifra de cinco millones de beneficiarios estimada, está no obstante por debajo de los ocho millones que los demócratas más progresistas del Congreso, entienden deben alcanzarse para ordenar el escenario del tema en el país. Actualmente hay unos 11 millones de indocumentados en los Estados Unidos.

Aunque se desconocen las medidas que adoptará Obama, los republicanos anunciaron que las vetarían en el Congreso, por lo que deben ser de corte del Poder Ejecutivo, los decretos se centrarían en los lazos familiares y los períodos que llevan sin papeles en el país lo indocumentados. Como antecedente, Obama decretó en 2012 la acción diferida (DACA), que ha beneficiado a medio millón de jóvenes hasta el momento.

El anuncio fue reconocido aunque parcialmente por el vocero de la Casa Blanca , Josh Earnst, quien sobre el particular dijo en la habitual rueda de prensa que “el Presidente sigue planeando tomar algunas decisiones y anunciarlas antes de finales de este año. Eso debería ser una indicación de que se acerca a una decisión final”.

La oposición de los republicanos y la prudencia de los involucrados

Desde la Cámara Baja, su presidente, el republicano John Boehner, adelantó que “luchará contra el Presidente” si confirma ese paquete de medidas migratorias. “Está jugando con fuego y puede quemarse”, puntualizó, recordándole que “pondrá en juego otros temas”. Las medidas de Obama pondrían en jaque aún más, el relacionamiento de los dos partidos que deben negociar el presupuesto nacional. También está en juego el nombramiento de la nueva Fiscal General, donde no hay decisión consensuada sobre quién ocupará el cargo. Varios legisladores se sumaron ya a las críticas a la idea de Obama, la que catalogan como “una amnistía” que no mira el fondo real de la situación de los que se han quedado a vivir en el país.

Finalmente los principales involucrados han tomado con relativa prudencia el anuncio.

El grupo Dream Action Coalition, de jóvenes inmigrantes que ya se beneficiaron con la última medida de Obama dijeron que están “contentos de oír algunas medidas con sentido común como garantizar estatus legal a padres de ciudadanos estadounidenses”, pero se preguntan que ocurrirá con el resto de las familias actualmente desperdigadas. Entendieron que la declaración es “alentadora, pero se queda corta”.

El director de la Coalición de Inmigrantes en Nueva York, Steven Choi, le reconoció a Obama “mucho mérito si hace esto. Pero debe disparar ahora con un fusil de verdad y no con una pistola de juguete”, ironizó recordando que aún hay puntos oscuros como limitar el tema a quienes ya han vivido diez años en los EE.UU.